La alergia es una patología que afecta a más de 400 millones de personas en todo el planeta, de los cuales alrededor de 8 millones se encuentran en España. Estas cifras han dado lugar a que hoy, día 8 de julio, se celebre el Día Mundial de la Alergia.
Esta patología afecta en varios aspectos de la vida de los que la padecen, entre muchas se encuentra las capacidades al volante. Hasta 2 de cada 5 alérgicos reconocen que la alergia merma sus reflejos durante la conducción, con el peligro que eso acarrea.
Los alérgicos tienen un 30% más de riesgo de sufrir un accidente
Un análisis realizado por el comparador de seguros Acierto.com revela que entre el 2% y el 5% de los accidentes con heridos están relacionados con alergias respiratorias. El 2% de estos incidentes fueron mortales. Además, los alérgicos tienen hasta un 30% más de posibilidades de tener un accidente que el resto.
Para entender mejor estos datos, hay que mencionar que encadenar varios estornudos equivale a retirar la atención de la carretera entre 20 y 30 segundos, lo que equivale a 100 metros a ciegas, tiempo más de que de sobra para sufrir un accidente.
El lagrimeo también induce a rascarse los ojos, lo que provoca una reducción en la capacidad de visión y retirar una mano del volante.
Los efectos secundarios de los medicamentos
Los antihistamínicos son la solución más utilizada para reducir los efectos de la alergia, pero a veces se olvidan sus efectos secundarios, entre los que está el aumento de somnolencias y mareos. De hecho, tal y como apunta Acierto.com hasta el 40% de los pacientes con rinitis alérgica aseguran padecer también somnolencia durante el día, con las consecuencias que eso implica. Esta somnolencia puede verse agravada al principio del tratamiento o tras la ingesta de alcohol.
Además, el 80% de los alérgicos experimentan dificultad para dormir o fatiga durante el día, otro enemigo al volante.
Cómo evitar los peligros de conducir con alergia
Una recomendación clave si se ha tenido el coche aparcado durante un largo periodo de tiempo, como puede haber sido el caso durante el estado de alarma, es extremar la higiene dentro del vehiculo, en especial limpiar los filtros del aire acondicionado y la tapicería.
Evitar el tabaco dentro del vehículo, los ambientadores, lavarse bien manos y ojos antes de emprender la marcha, y circular con las ventanillas subidas también resultan de ayuda.
Un buen paliativo es hacerse con un filtro de aire especial para combatir el polen. A estos filtros se les conoce como filtros HEPA de alta eficiencia o antipolen. Eso sí, deben mantenerse en buen estado y sustituirlo cada seis o doce meses.
Por supuesto, si estamos bajo los efectos de una medicación que pueda interferir en nuestros reflejos o, sencillamente, cansados porque no hemos descansado bien, lo más recomendable es utilizar otro medio de transporte o, sencillamente, no conducir. En cualquier caso, para tomarla, lo más importante es que el paciente acuda al médico, sobre todo si es conductor habitual.
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