Ambulancias fuera de la normativa vigente, sin desinfección por falta de equipamiento o salarios precarios: esta es la situación de los TES en Salamanca
El sindicato profesional de los técnicos de emergencias sanitarias de Salamanca ha alzado la voz por esta problemática que se vive dentro del sector poniendo el foco en las empresas que las gestionan, Ambulancias Rodrigo y Fabián Martín, y en la Junta de Castilla y León
Si por algo destacan los técnicos de emergencias sanitarias es por realizar una de las grandes labores dentro de la Sanidad pública, movilizarse hasta cualquier lugar de la provincia de Salamanca para atender cualquier tipo de incidente, sea menor o mayor, y evitar de este modo que la gravedad aumente. Desde caídas en domicilios hasta situaciones muy complejas, siempre han estado al pie del cañón en pro de ayudar a cualquier persona que lo solicite.
Desde hace muchos años, los TES han transmitidos sus quejas con respecto a cómo se trabaja en Castilla y León, pero en Salamanca han sido muchos los técnicos de emergencias sanitarias que, durante un gran lapso de tiempo, han luchado por mejorar este servicio sin que se haga absolutamente por parte de las empresas subcontratadas por la Junta de Castilla y León.
Javier Suárez, del Sindicato de Profesionales de Técnicos de Emergencias Sanitarias, ha expuesto a SALAMANCA24HORAS una serie de problemas que no pueden quedar guardados en el cajón, tanto por seguir salvando a los pacientes que solicitan ayuda, como las propias condiciones laborales que llevan sin actualizarse durante muchos años.
Falta de equipamiento, fuera de la normativa que marcan las leyes y sin poder realizar una adecuada desinfección
Sin remontarnos a tiempos lejanos, el pasado lunes, 28 de abril, España se quedaba a oscuras, a cero, momento en el que muchas personas solicitaron asistencia al 1-1-2 para ser atendidos, ya fuera por una emergencia en una vivienda o por quedarse encerrados en el ascensor. En el caso de las primeras, las ambulancias se vieron envueltas en un caos al no recibir ningún tipo de aviso por la única vía que tienen, la telefónica, según han explicado a este medio.
Poniendo un ejemplo que ocurrió el mismo día, en un accidente de Babilafuente: “Tenemos una unidad de soporte vital básico en Villoria y no se pudo contactar con ella porque no hubo cobertura y se tuvo que enviar una ambulancia desde Salamanca. Por suerte fue de poca importancia, no afectó a la salud del paciente, pero si hubiera sido grave sería peor la cosa ya que se dobla el tiempo de respuesta ante una emergencia”
Esto se debe a que no existe un sistema de radio por el cual se pueda llegar a contactar con los técnicos de emergencias sanitarias directamente como es el caso de Madrid o Barcelona, exponiendo que “las ambulancias de antes sí tenían este sistema, pero esto es una culpa compartida entre la Junta y las empresas Ambulancias Rodrigo y Fabián Martín, quedando demostrado que en casos como los del otro día es totalmente necesario”.
"El fin de año, por ejemplo, las redes móviles no funcionan para nosotros y no podemos recibir avisos, imaginate ante una urgencia”
En otras regiones de España, el sistema utilizado es el TETRA, que como indican en Redeszone: “Su finalidad es unificar diversas alternativas de interfaces de radio digitales para la comunicación entre los profesionales de los servicios de emergencias y servicio público”. De este modo, se vivieron situaciones surrealista como fue la de la Policía Local de Salamanca avisando directamente al personal ofreciendo sus propios medios físicos para recibir este tipo de alertas y no ralentizar el servicio.
Por este motivo, Suárez ha destacado que “nosotros solo reclamamos las condiciones que pone la Junta, que marca el mínimo de material que tienen los vehículos para que se respete la norma UNE”. Javier, además, ha puesto otro ejemplo: "El fin de año, por ejemplo, las redes móviles no funcionan para nosotros y no podemos recibir avisos, imaginate ante una urgencia”.
Asimismo, cabe destacar que ha explicado que “la Junta de Castilla y León ha hecho oídos sordos porque es conocedora de este problema, pero no entendemos cómo se siguen pasando las inspecciones sanitarias”, además, ha aclarado que “nos ha pasado que tenemos que enviar recursos que no son de la zona para enviar equipo porque no somos capaces de contactar con el equipo por medio telefónico”.
Dentro la propia flota de vehículos que atienden en Salamanca “existen cinco ambulancias de reserva, como marca la normativa, pero no se podrían utilizar porque no están equipadas, por lo que afecta a la desinfección de las mismas”. Esto se transforma en que no se pueden desinfectar correctamente porque “se hace de una manera errónea. La Junta marca que se tiene que limpiar entera y después desinfectar pero aquí se desinfectan y ya está, contradiciendo incluso lo que dice el propio fabricante”.
"La Junta es la que tiene que hacer inspecciones periódicas, y nos consta que las hacen, pero no sabemos porque siempre son favorables"
Pero esto, como destaca el representante sindical, no es por culpa de los técnicos, ya que “los encargados somos los propios trabajadores, pero si no desactivan la ambulancia, no pueden vaciarla y desinfectarla. Se tendría que facilitar otro vehículo y eso que hay cinco de reserva, pero no se utilizan. Al fin y al cabo sí que se tienen esos vehículos pero no se pueden utilizar porque no tienen ningún tipo de equipación, por lo que está muy al margen del cumplimiento legal de la ley”.
Además, el propio Javier ha expuesto que “la Junta es la que tiene que hacer inspecciones periódicas, y nos consta que las hacen, pero no sabemos porque siempre son favorables. Llevamos unidades que no están totalmente equipadas y se les da el visto bueno. A la JCYL les hemos enviado multitud de documentación, pero no sabemos muy bien por qué no se actúa.
“La mayoría de la plantilla cobra el salario mínimo interprofesional por convenio, un convenio que no quisimos firmar, y al que se opuso el 80 por ciento de los que votaron"
Salarios precarios y mal pagados
Cuando cualquier persona de a pie visualiza por las calles a cualquier conductor que lleve una ambulancia o a cualquier de los técnicos sanitarios, podría imaginarse que es un trabajador de la rama sanitaria. Muy lejos de la realidad, tanto en el convenio como en la normativa no se contempla de este modo, lo que ha levantado un gran flujo de críticas para ser considerados lo que son, empleados que salvan vidas humanas.
Con respecto a este tema, Javier no se ha mordido tampoco la lengua, y ha explicado que “la mayoría de la plantilla cobra el salario mínimo interprofesional por convenio, un convenio que no quisimos firmar, y al que se opuso el 80 por ciento de los que votaron. Sindicatos como UGT o CCOO lo aprobaron sin el respaldo de los trabajadores”.
Con respecto a lo que se cobra, ha indicado que actualmente son “950 euros y queremos que llegue al menos al del personal sanitario que sería de 1.200 euros. Somos los peores pagados de toda España con diferencia de más de 1.000 euros con otras regiones como el País Vasco donde se cobra 2.100 euros”.
“Cuando nos quieren agredir, nos toca llamar al centro coordinador y rezar”
Los TES no cobran tampoco en sus nóminas un plus de peligrosidad, que como indica Javier: “Nuestro salario se compone del salario base, un plus de convenio y nada más, no hay plus de peligrosidad ni dietas. Incluyen la nocturnidad pero son diez céntimos la hora con guardias de 24 horas”.
Asimismo, ha destacado que “ha habido personas que nos han querido agredir y por eso reclamamos un botón del pánico pero, de nuevo, no nos han hecho caso. Al final, cuando hay un intento de agresión, el protocolo es llamar al centro coordinador que suele tardar poco en coger la llamada. Todo sea dicho, Policía Local, Nacional y Guardia Civil siempre han actuado muy rápido ante uno de estos casos”.
Ante esto y la gran cantidad de horas que se trabaja, también ha explicado que “en cada turno podemos tener 18 avisos, y son buenos para conciliar la vida familiar y laboral pero en otras comunidades hay un sistema de rotación de descansos para garantizar que haya al menos una hora para comer y así evitar los pacientes que necesiten una ambulancia no estén desatendidos.
“Se paga tarde, poco y mal”
En cuanto a las nóminas, también se ha destacado que se paga “tarde, poco y mal”. Con respecto a Ambulancias Rodrigo, sí ha destacado que “cobramos entre el 1 y el 5”, pero los de Fabián Martín sí que “han tardado muchísimo más, algo que hemos comentado pero a lo que nos han hecho caso omiso”.
Por otro lado, también ha destacado que en las horas extra “la empresa sigue endeudada con sus trabajadores” ya que “hay conceptos que no se quieren pagar o incluso dietas cuando las han reconocido". Además, esas “horas de exceso no las reconocen como horas extraordinarias y cuando las abonan lo hacen como ordinaria”. Suárez, representando a una gran comunidad que lleva esto de forma unida, también ha explicado que “nosotros abogamos por tener un salario digno para no tener que hacer esa horas extras, pero si encima se paga tarde, poco y mal…”.
De este modo, se conoce más en profundidad una de las situaciones más complejas que afectan al sistema sanitario de Salamanca y de Castilla y León, en donde muchos profesionales acaban desmotivados en un empleo soñado. Con unas condiciones nada agradables para ellos, como ha explicado Javier, y con ambulancias que podrían poner en peligro a parte de la ciudadanía al no estar equipadas con materiales que dictan las normas. Una situación compleja que esperan que se solucione lo antes posible para así “no poner en peligro nunca a ningún paciente” y en donde esperan que la Junta de Castilla y León, además de Ambulancias Rodrigo y Fabián Martín, logren llegar a un acuerdo que mejore la estabilidad laboral de sus empleados.
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