TEXTO: DAVID BARRUECO Y EVA FERNÁNDEZ
A las 9 de la mañana se pasaba lista para dar el pistoletazo de salida ala primera prueba de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a laUniversidad (EBAU), la de LenguaCastellana y Literatura que este año contaba con tres opciones para elegir untema a desarrollar en lugar de los dos que suelen ser habituales. En concreto,este año han tenido como protagonistas a Camilo José Cela, Miguel Delibes y lanovela de 1939 a 1975 en el primer tema; la poesía a principios de siglo, modernismoy generación del 98, Rubén Darío y Antonio Machado en el segundo tema y elteatro de 1939 a 1975 y Antonio Buero Vallejo en el último.
Una Selectividad que, este año, es extraordinaria, como no podía ser deotra forma. Y es que la pandemia del coronavirus ha provocado no sólo que estosexámenes se celebren con un mes de retraso, sino que la distribución y larealización de los mismos sean muy diferentes a las de otros años, con laobligatoriedad de tener la mascarilla puesta en todo momento entre otrasmedidas de seguridad.
SALAMANCA24HORAS ha tenido la oportunidad de hablar con varios delos participantes que iban saliendo de la prueba. Jorge Conde, futuroestudiante de Biología en la Universidad de Salamanca, ha expresado sudescontento en cuanto a la diferencia en el nivel de dificultad que tienen losexámenes entre Comunidades Autónomas, algo con lo que su amiga Andrea ha estadode acuerdo, formulando el interrogante de “¿Por qué si todos podemos acceder alas mismas universidades, los exámenes son distintos?”.
Jorge, Andrea y algunos compañeros más de clase no han echado de menoslas clases presenciales aunque sí consideran que “Algunos profesores deberíanhaberse esforzado más en el desarrollo de las clases online’’, ya que se hansentido desamparados en el estudio de sus asignaturas. En ese sentido, Izan noscomentaba que los profesores habían levantado mucho la mano a la hora de ponerlas notas en su instituto y que “El que no ha aprobado es porque simplemente noha querido’’.
Alberto Mateos, cuya intención es comenzar sus estudios en Madrid elcurso que viene de Periodismo y Ciencias Políticas, ha salido optimista delexamen de literatura y considera que quizá este año sea un poco más asequiblepor el hecho de tener más opciones donde elegir y poder combinar los distintosmodelos de examen. Esta es la razón por la que Antonio, otro de los estudiantesque se ha enfrentado hoy a las pruebas, salía eufórico del examen tras haberleentrado el único tema que había estudiado con la esperanza de que laprobabilidad le sonriera.
El caso de Andrea Martín es más complicado, ya que en su caso necesita notener casi ningún fallo en las pruebas para obtener una nota de acceso que lepermita iniciar sus estudios de Medicina en la Universidad de Salamanca. Laestudiante no se plantea irse a estudiar fuera ya que “Salamanca es la ciudaden la que están mi familia y mis amigos’’ y lamenta que el actual modelo deselectividad perjudique en numerosas ocasiones a los alumnos de casa que setienen que ir fuera por la llegada de alumnos de otras comunidades con exámenesmucho más fáciles.