La Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Salamanca se pronuncia por el Día Mundial sin Alcohol: "Perdí el trabajo y la familia, lo perdí todo y aún así lo más importante para mí era beber"
La primera alerta es "cuando sabes que es malo y sigues haciéndolo"
Antonio Cruz, José Santiago, 'Chani' o Manuel García llegaron a ARSA (Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Salamanca) a través de diferentes caminos pero con un mismo objetivo: dejar de beber alcohol. "No sabía que era una enfermedad hasta que llegué a aquí", ha expresado uno de ellos. Desde esta organización, que lleva 45 años trabajando para ayudar y recibir a las personas con alcoholismo y a sus familiares, han explicado a SALAMANCA24HORAS cómo funciona esta adicción al alcohol, qué consecuencias tiene, cuál es el perfil de sus consumidores y cómo se puede superar.
En una fecha tan oportuna como es el 15 de noviembre, Día Mundial sin Alcohol, ARSA intenta hacer un llamamiento al peligro del consumo irresponsable de esta sustancia, sobre todo, en una sociedad que fomenta el botellón y los "atracos", una nueva moda entre los jóvenes que consiste en competir para ver "quién bebe más y más rápido". Es por esto, que el perfil del consumidor alcohólico ha ido evolucionando conforme han pasado los años, y los jóvenes de entre 14 y 16 años ya empiezan a sufrir las consecuencias de la ingesta irresponsable de la sustancia. También ha aumentado el número de mujeres que sufren alcoholismo en los últimos años, muchas de ellas, bebedoras solitarias.
Sea como sea, "una persona deja de ser bebedora social y se convierte en alcohólica cuando se genera una dependencia biológica y una dependencia psicológica", han explicado desde ARSA. La primera se refiere a cómo el cuerpo no es capaz de superar el período de abstinencia y la segunda se trata de "aprender a convivir cerca del alcohol pero sin él". Y es que la mayoría de personas que han sufrido alcoholismo no deben volver a consumir bebidas alcohólicas, pues, tal y como han declarado desde ARSA, "si lo vuelves a probar, despiertas al monstruo que tienes dentro".
Prejuicios y etiquetas: un freno para ellos
"Muchas personas no piden ayuda por vergüenza", han explicado. "Otros, no se atreven a contar que han sufrido una recaída". Desde ARSA se tiene conciencia de que la sociedad "castiga" a estas personas. "Normalmente cuando se habla de un alcohólico, la gente piensa en un indigente pero no es así, el alcoholismo no entiende de clases".
El momento de decidir que se necesita ayuda es complicado, y aseguran que "hasta que no tocas fondo, no te das cuenta". En el caso de Antonio Cruz, que ha expresado que "perdí a mi familia y el trabajo, y aún así lo que más me importaba era seguir bebiendo". La primera alerta es "cuando sabes que es malo y sigues haciéndolo".
Culpables o víctimas
Algunos de ellos, reconocen que la culpa es totalmente de ellos, pues fueron los que tomaron la decisión de hacer ese consumo irresponsable del alcohol. Otros, se consideran "víctimas del sistema". Es el caso de José Santiago, que ha querido incidir en que "el Estado prohíbe lo que le conviene. Para ellos prima la recaudación antes que la salud". Incluso lo ha comparado con "ponerle a un niño al lado una pistola sin explicarle lo peligrosa que puede llegar a ser".
Por ello, una de las propuestas de ARSA es que las botellas del alcohol contengan etiquetas alertando del peligro de la sustancia, tal y como lo hacen las cajetillas de tabaco.
La labor de ARSA
La Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Salamanca (ARSA) lleva casi medio siglo al 'pie del cañón' para prestar el apoyo psicológico a través de terapias celebradas todos los jueves, donde, tanto las víctimas directas del alcohol, como sus familiares, son escuchados y aconsejados por personas que han sufrido la misma situación y acabar con el estigma del "alcohólico", una "mochila que te frena a reconocer el problema".
Es por esto que durante la jornada de este miércoles, Día Mundial sin Alcohol, ARSA montará mesas de información sobre el alcoholismo en la Plaza Mayor, la Puerta de Zamora y la Casa de las Conchas. El jueves se celebrará la terapia colectiva semanal, que contará con el apoyo desinteresado de una trabajadora social y el viernes se proyectará la película 'Otra ronda' en la misma sede de ARSA.
Para terminar, el sábado celebrarán una comidad de hermandad, que contará con un baile y por supuesto, no servirá bebidas alcohólicas.
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