La asociación de mujeres que defiende su cultura contra la apropiación: “Salamanca también es gitana”

Almudena Navarro, acompañada por Pastora Salazar, ambas de Asociación Cultural Unión y Progreso Mujer Romaní, nos han explicado la represión y lo sufrido por su gente a lo largo de la historia de España

Almudena Navarro y Pastora Salazar de la Asociación de Mujeres Gitanas de Santa Marta
Almudena Navarro y Pastora Salazar de la Asociación de Mujeres Gitanas de Santa Marta

El pueblo gitano ha sido una cultura que durante años y años ha sufrido el maltrato de la sociedad. Ya sea por destierros desde siglos atrás, en la actualidad con casos cómo el de Marsella, donde echaron de sus casas a decenas de familias y de niños o, por ejemplo, en la República Checa, cuando una pequeña se había quedado aprisionada en una puerta mecánica, y bajo la atenta mirada de los viandantes y su pasividad, la niña murió aplastada mientras la gente no hacía nada, el pueblo gitano ha llegado a sentir como las cabezas miraban a otro lado cuando habían tenido algún problema.

Y es que es muy curioso cómo mucho de los toques que vivimos en la cultura, actualmente, provienen del mundo romaní, ya sean comidas como los potajes o el rabo de toro, que podríamos incluirlos en la cultura gastronómica del país, o el propio flamenco e incluso la Feria de Abril de Sevilla, todo ello, de origen gitano.

Hemos conocido más en profundidad a Almudena Navarro, presidenta de la Asociación Cultural Unión y Progreso Mujer Romaní y activista desde 2015, que ha ido dando pasos y pasos hasta llegar a ser una de las mujeres más relevantes de España en pro de los derechos de los gitanos. Orgullosa de sus raíces, su familia y, por supuesto, de su cultura que defiende y defenderá por Salamanca y por el mundo, nos ha hablado sobre las reclamaciones sociales y culturales de sus antepasados y del propio presente.

El flamenco lo hemos seguido manteniendo nosotros, los gitanos

La gastronomía y el flamenco

Desde el comienzo de la conversación, ha sido muy clara, concisa y directa, no ha andado con rodeos, cómo es lógico, y ha alzado la voz por su pueblo y por su gente, o como bien dice ella, por sus primos o primas. Hemos charlado sobre uno de los estándares que han posicionado a España como fiel precursora del arte y de la música. Cómo no podía ser de otra forma, el flamenco ha hecho acto de presencia: “Cómo bien sabéis, es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, pero nadie se ha acordado de nombrar, en esa fusión de culturas con España, a los que impulsaron esa cultura musical. El flamenco lo hemos seguido manteniendo nosotros, los gitanos”. Y algo igual de curioso, es que lo puritano se entrelaza con la fusión artística musical del momento, entendiendo en todo momento que el flamenco, al igual que otros géneros, evoluciona junto a otros estilos. 

Del mismo modo, con respecto a este tema y a una presentación que hicieron el pasado miércoles, 17 de abril, en el Centro Municipal Julián Sánchez el Charro, Almudena nos explicaba que “el otro día hicimos una charla donde se veía de verdad qué era el pueblo y la cultura gitana. Es más, somos un pueblo diverso que seguimos manteniendo unos valores, que hemos evolucionado, ahí, cómo te digo, también está la gastronomía”.

Además, nos ha expuesto que, por ejemplo, en Nochebuena la cena típica es un potaje, y que aún hay gente que mira con extrañeza cuando un gitano o una gitana, a la hora de hacer la compra, escoge los productos de esta comida: “Es maravilloso ver a las abuelas y a las niñas cocinando durante este día, y sí que es verdad, que cuando vas pedir que te reserven unas espinacas para el potaje, pues al final se les hace raro cuando es algo típico de nuestra comida en esas fechas”.

La Feria de Sevilla era nuestra, era gitana

Por este motivo, el tema de la apropiación cultural ha salido a flote, al igual que en otras culturas que han seguido protestando para que se les reconozcan sus raíces, Navarro nos ha explicado que “a lo largo de la historia está documentado de dónde viene todo, pero os pongo un ejemplo: la Feria de Sevilla era nuestra, era gitana. Ellos iban a Sevilla y convencían al ayuntamiento de que les dejaran hacer un pequeño festejo que era de media jornada, solo de mañana. Y claro, a pesar de que no todo el pueblo gitano es alegre, sí que es una seña de identidad que llevamos como bandera, la alegría. Entonces ellos, cuando terminaban a lo mejor de hacer una gran recaudación en algún lugar, querían celebrarlo de algún modo, y eso se fue transformando hasta que la gente de Sevilla se fue uniendo al baile y a la cultura gitana. Entonces ahí el papel del gitano desapareció”. Algo que podemos ver en la actualidad con el significado que tiene este evento.

El exterminio del pueblo gitano

Y es que, como comentábamos al principio, Almudena Navarro nos ha explicado, también, de dónde viene la persecución al pueblo gitano, y es que tendríamos que remontarnos hasta los Reyes Católicos para encontrar una de las primeras pragmáticas en contra de ellos. Por aquel entonces ya se había prohibido su lengua, su idioma o incluso sus vestimentas: “Nosotros llegamos en 1412, y en 1492 fue cuando los monarcas crearon estas leyes para controlarnos”.

Tratando el tema del idioma, nos ha hecho saber que el romaní en España ya no existe, que se habla el ‘caló’, una fusión de la lengua original gitana con el castellano, debido a las grandes prohibiciones de aquella época, bajo amenazas cómo cortarles la lengua si hablaban con sus palabras natales, cien latigazos y el destierro del Reino.

A raíz de lo que han envuelto las filologías, podríamos considerar clave, según nos ha explicado la presidenta de la asociación, y a modo de metáfora de lo que ha sufrido el pueblo gitano, el ‘martinete’, dónde unos gitanos apresados, a través del sonido de los martillos y de los cantes, lograban comunicarse entre sí, algo que los guardias no lograban captar por el mero hecho de que pensaban que simplemente estaban cantando.

Y es que a muchos nos sonarán también las palabras ‘olé’, ligada por ejemplo a los toros en muchos aspectos, la palabra ‘chaval’, para referirse a un joven, o el término ‘chupa’, como abrigo, pero también deberíamos saber que son de origen gitano. La primera significa alegría, y la segunda y la tercera tienen significados parecidos a los que recoge la Real Academia de la Lengua Española, pero habría otras como ‘currar’, ‘jalar’ o ‘molar’, que también tienen origen romaní.

Hemos querido además ahondar en una temática sumada a todo lo anterior, a los destierros, a lo sufrido y, sobre todo, a cómo sería en la actualidad el pueblo gitano si no se hubiera sufrido tanto. Hablando de datos, Almudena nos ha comentado que existen, más o menos, un millón de gitanos en España, pero que si en otras épocas no se hubieran separado por sexos a esta cultura, cómo se había llegado hacer en mucho lugares, o si no se hubiera arrancado de las manos de las madres a muchos bebés, cómo había sucedido y que de igual modo está documentado, la población romaní en España sería de siete u ocho millones de no haberse dado este exterminio.

Con Almudena, también estaba acompañada de Pastora Salazar, mujer gitana que ha luchado año tras año por los derechos de su gente y por mantener la cultura presente estando reconocida como romaní. Además, de forma voluntaria, ha luchado por sus antepasados y por un futuro mejor para los niños y niñas del mundo gitano, o mejor dicho, por sus primos y primas, término utilizado de forma cariñosa para referirse a la unión familiar, que sin ser de sangre han tenido una misma batalla.

El papel de la mujer es fundamental

Educación y el papel de la mujer

Entre los muchos temas que hemos expuesto, y que podrían haber llegado a tratar si se hablase con Almudena o con Pastora, algo que seguro harían encantadas defendiendo lo que ha sido suyo desde siglos atrás, también ha estado la educación y la mujer. En cuanto a lo primero, ha sido muy directa: “No hemos tenido las mismas oportunidades”. Ya sea porque desde las instituciones no se ha hecho lo suficiente, o porque se ha llegado a separar en diferentes colegios al pueblo gitano de los demás niños. 

En lo segundo, ha lanzado una estaca en contra de aquellos que piensan que la mujer ha estado reprimida en el mundo romaní: “El papel de la mujer es fundamental, en el siglo XX, eran ellas las que traían el pan a casa, ya que a muchos hombres no les dejaban entrar en diferentes núcleos urbanos, por lo que ellas sustentaban el hogar”.

Para finalizar, Almudena nos ha expuesto muchas temáticas, como lo logrado con la Universidad de Salamanca, en donde se ha firmado un acuerdo general de colaboración entre la institución académica, el Instituto de Cultura Gitana, y la Asociación Cultural Unión y Progreso Mujer Romaní, para poder desarrollar en un futuro y promocionar la cultura gitana en Salamanca, un gran paso hacia la obtención de los derechos robados en el pasado, y con lo que se ha pretendido que no queden en el olvido los términos, la gastronomía, los festejos o, cómo no, las raíces de un pueblo que, como bien dice la presidenta: “No odian a los demás, sino que tienen miedo”.

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