La Audiencia Provincial de Salamanca ha impuesto una multa de 1.000 euros por temeridad a un banco que obligó a unos clientes a pleitear por los gastos de su hipoteca, a sabiendas de que tenían razón, y que además reclamó que fueran condenados en costas.
La Sala ha concretado el importe de la sanción por un “comportamiento manifiestamente temerario” que “conculca las reglas de la buena fe procesal”. El pasado mes de febrero, la Audiencia ya había confirmado la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 9 y condenó al banco por el "comportamiento fraudulento” en el que habría incurrido al no atender la reclamación extrajudicial de los consumidores en contra de la doctrina del Tribunal Supremo y reclamar además que les impusieran las costas.
La Sala añade que la actuación de la entidad financiera perjudicó además el interés público general por cuanto obligó a detraer recursos escasos que podrían haberse dedicado a atender otras reclamaciones y derechos dignos de protección.
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