El Ayuntamiento de Salamanca aprueba el Proyecto de Ordenanzas para 2026 con congelación de impuestos y ajuste en tasas de basura y transporte
Congelación histórica de impuestos municipales por duodécimo año consecutivo
El pleno del Ayuntamiento de Salamanca ha aprobado inicialmente el Proyecto de Ordenanzas para 2026, que mantiene por duodécimo año consecutivo la congelación de los cinco principales impuestos municipales: el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), la plusvalía, el impuesto sobre construcciones (ICIO), el impuesto sobre actividades económicas (IAE) y el impuesto sobre vehículos. Además, se congelan la mayoría de las tasas y precios públicos.
En estos doce años, el IPC acumulado ha sido del 27,4%, pero los tributos municipales no han subido en esta proporción, e incluso el IBI llegó a bajar un 5% en 2019.
No obstante, el proyecto contempla una actualización del 2,7% en algunas tarifas vinculadas a compromisos contractuales, como agua, alcantarillado, servicios funerarios, el Mercado Central, estacionamiento y depuración, así como en el transporte urbano. El bono-bus especial se mantiene congelado. A pesar de este aumento, el coste del transporte en autobús seguirá siendo de los más bajos del país, gracias a una subvención municipal del 75,5%. Cabe destacar que las tarifas de transporte permanecieron congeladas entre 2015 y 2023, periodo en que el IPC subió un 21,3%.
Por otro lado, la tasa por la recogida de basura se ajusta para evitar un déficit en el servicio y cumplir con la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados, vinculando su importe a la generación de residuos. En 2026, la cuantía se acercará al coste real del servicio, que supera los 23 millones de euros. Para el 81% de los contribuyentes, el incremento mensual será de entre 1,14 y 1,35 euros.
Este reajuste responde también a los mayores costes del depósito de residuos en el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de Gomecello, incrementados por nuevos impuestos estatales desde 2022, que han subido un 446,20%.
Hasta la entrada en vigor de esta normativa estatal, el Ayuntamiento había mantenido congelada la tasa de basura desde 2015, pese al aumento del IPC y de los costes del servicio.
Finalmente, se mantienen los beneficios fiscales vigentes para familias con menores ingresos y para incentivar la actividad económica.
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