Turismo, vialidad, jardines o instalaciones deportivas del proyecto Edusi Tormes+. Son algunos de los programas en los que el Ayuntamiento de Salamanca no ha ejecutado ni un euro de la inversión presupuestada para el año 2019. En total, a fecha de 20 de diciembre, han quedado más de 28,5 millones de euros por ejecutar del capítulo de inversiones. Esto significa que en un año apenas se ha ejecutado el 35,65% del montante, dejando el 64,35% pendiente.
Otros programas que se han quedado ‘a medias’ son las redes de agua (con 389.000 euros ejecutados de los más de 1,6 millones presupuestados), proyectos de patrimonio (que solo tiene ejecutado el 5,45%), o las obras del CEIP Gran Capitán (solo se han ejecutado 11.000 euros, el 1,10% de la inversión total de un millón). Los programas más perjudicados, sin duda, han sido los de Edusi Tormes+, casi todos ellas sin ejecutar.
Son datos que ha desgranado este lunes el Grupo Municipal Socialista en rueda de prensa, quienes afeaban que a día 30 de diciembre el equipo de Gobierno no haya presentado el presupuesto para 2020: “Es por falta de eficacia, de buena gestión y de entendimiento”, apuntaba Marcelino García. Añadía que cuando lo hagan, hablarán de “superávit”: “Los números positivos estarán maquillados, los resultados son por la falta de inversión y falta de rigor presupuestario”.
En este sentido, José Luis Mateos señalaba que “La trampa del superávit no está en que se gestione mejor, sino en que no han hecho lo que tenían que hacer. Si no haces lo que tenías presupuestado, te va a sobrar dinero”.
Aseguraba que la tardanza para presentar el presupuesto se explica por lo que considera una falta de entendimiento entre los dos partidos que conforman el equipo de Gobierno (Partido Popular y Ciudadanos). Mateos criticaba que dos de cada tres euros comprometidos por el alcalde, Carlos García Carbayo, en inversiones “se han quedado en el cajón”.
El socialista señalaba que el Ayuntamiento se escudará diciendo que “es líder en licitación pública”: “Lo que hacen es manipular la realidad”, consideraba. Para ello, ponía los ejemplos de la Torre de los Anaya y el espacio de participación de San Bernardo, dos proyectos que a pesar de estar licitados no han comenzado las obras.
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