​Cada vez hay más trabajo para las personas con discapacidad pero “queda mucho que igualar”

Sobre todo tienen penetración gracias a las administraciones públicas, que ofertan puestos de empleo si bien podrían ser aún más. Lo mismo ocurre con empresas privadas, donde pocos son los empresarios que apuestan por personas con discapacidad, si bien en Salamanca también hay “falta de tejido empresarial”

 La Junta destina 5 millones de euros a contratar a más de 1.100 trabajadores con discapacidad 
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“El mejor apoyo a una persona con discapacidad es el empleo”. No duda al realizar esa afirmación el gerente de Asprodes, Juan Recio, quien asegura que pese a que las administraciones (especialmente el Ayuntamiento de Salamanca y la Junta de Castilla y León) ayudan y emitan concursos abiertos y restringidos o reservados a las personas con discapacidad o riesgo de exclusión, esas plazas podrían ser más.

De hecho, el gerente de la asociación, que trata de lograr la plena inclusión de las personas con discapacidad intelectual y sus familias, destaca que él es de las personas que se encuentran en “el margen reivindicativo” a la hora de solicitar más plazas, siempre teniendo en cuenta el porcentaje de personas con discapacidad que están en el paro, puesto que normalmente se las relaciona con la inactividad.

Así, cree que “las administraciones tienen que estar en guardia” y que queda mucho porcentaje por eliminar, si bien no quiere desmerecer la ayuda que reciben tanto del Consistorio (con las cláusulas sociales aprobadas) o del Gobierno autonómico (que trabaja a buen nivel tanto en la Consejería de Empleo como en la Gerencia de Servicios Sociales, donde tiene implicación europea), por lo que desde la asociación están “relativamente satisfechos”.

Eso sí, Juan Recio reitera que “nos queda mucho que igualar”, sobre todo en el ámbito de la empresa privada, ya que en Castilla y León el porcentaje de contratación es insuficiente. No es sólo un problema de los empresarios, sino que hay “falta de tejido empresarial”, aunque sí es cierto que muchos empresarios salmantinos no confían todavía en que una persona con discapacidad se puede adaptar al puesto y rendir al 100%, generando beneficios.

Los jóvenes con discapacidad, al igual que los que no la tienen, se han visto más afectados a la hora de perder sus puestos de empleo o de sufrir precariedad laboral, pese a tener una “formación excelente”, si bien no estaban capacitados para el mercado, motivo por el que se imparte de manera específica una formación que se adapte.

Formación específica en tres campos con mercado

Asprodes forma, a través de su agencia de colocación, entre áreas que tienen un gran mercado. La primera es medioambiental, que tiene un desarrollo enorme en la Comunidad y la provincia de Salamanca gracias al gran número de parques naturales existentes y al despoblamiento que sufren.

La segunda es el turismo, “el elemento que tiene más desarrollo”. En su caso, se trata de adaptación del turismo para las personas mayores; el tercero es el que tiene más potencial, y se trata de los servicios de proximidad, ya que “las personas mayores necesitan servicios de muchos tipos”.

Esos tres campos aseguran a medio y largo plazo un empleo, si bien para acceder a él hay que formarse. Esta formación profesional es la que se imparte en Asprodes, estando en ocasiones incluso certificada por el Servicio Público de Empleo de Castilla y León (Ecyl), impartiéndose a más de 500 personas.

“Están saliendo plazas para personas con discapacidad, pero hay que adaptar mucho más”

Juan Recio también muestra su satisfacción porque ahora haya convocatorias específicas para personas con discapacidad que cuentan con un temario adaptado. “Salen pocas, deberían ser muchas más”, pero hay cuotas que antes no se cubrían y que se están adaptando a diferentes personas con discapacidades.

“Es un avance, pero cuantitativamente hay que adaptar mucho más”, y es que pese a que estas personas están viendo cómo salen ofertas de trabajo, en ocasiones no son suficientes, y además hay que buscar perfiles adaptados a las personas, por lo que “queda por recorrer”.

Respecto a las empresas privadas, la gente que queda más excluida es aquellas que tienen algún tipo de dificultad. Una situación que para el gerente de Asprodes es “injusta pero natural”, si bien cree que “cuando se vaya abriendo más, las personas con mejor rendimiento se irán incorporando”. Y es que cree que “el empresario aprecia a los trabajadores con discapacidad, pero igual nosotros no damos la confianza o el apoyo suficiente para que se apueste por la diversidad”. Eso sí, en los años que él lleva al frente de la asociación, no le consta ningún caso de discriminación hacia personas con discapacidad que hayan salido de su agencia de colocación.

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