Que un edificio cuente con calefacción central es de lo más normal en España, aunque esto está abocado a la extinción y su fin está más cerca de lo que muchos se piensan.
Fue hace dos años cuando el Gobierno de Sánchez aprobó una normativa que obligaba a cambiar todos los sistemas de calefacción central, con la posibilidad de que cada vecino pudiera hacer uso de su propio consumo por vivienda de forma individual. El tope para que esto se produzca ya tiene fecha, y es el 1 de mayo de 2023.
Las multas por no cumplir con la normativa podrían ascender a los 10.000 euros. El cambio del sistema de la calefacción se tiene que producir en consonancia por la comunidad del edificio y los vecinos que allí habiten.