La DGT tiene ojos repartidos por toda la península, principal motivo por el que cometer una infracción y salir ileso de ella es poco probable.
De hecho, es Tráfico quien informa de la presencia de sus cámaras repartidas por todas las carreteras españolas, donde se controla el uso del teléfono móvil al volante y también el control sobre el cinturón de seguridad, dos de los principales motivos de accidente de tráfico.
Las 225 cámaras de la DGT que controlan las carreteras españolas son diferentes de los radares y están instaladas en los postes de las autovías y carreteras nacionales en aquellos puntos donde la siniestralidad es más alta.
Una de sus ubicaciones, que más afecta a Salamanca, es el tramo de la A-66 en el km 480 (dirección Cáceres). O la A-62 km 96 y 116 (dirección Valladolid) y km 57 (dirección Palencia).