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Campings y alojamientos rurales de Salamanca afrontan la temporada de verano con incertidumbre y miedo: “Desde septiembre no hemos vuelto a trabajar, el sector está tocado”

Sin la llegada de extranjeros, no hay reservas a medio-largo plazo y unas previsiones para las próximas semanas que dependerán de cómo evolucione la pandemia y las medidas sanitarias

Se impone la cautela a la hora de reservar a medio-largo plazo ante el temor a una quinta ola

Todo en el aire, con muchas de las reservas de la segunda quincena de julio y agosto pendientes. A estas alturas del verano, campings y casas de turismo rural de Salamanca repartidos por toda la provincia, pero especialmente por la Sierra de Béjar, Sierra de Francia, comarca de Ledesma, Arribes y alrededores de Salamanca capital, se encuentran trabajando a medio gas cuando, sin pandemia, los meses de verano rozaban el lleno de clientes nacionales e internacionales.

Después de meses cerrados completamente sin actividad alguna, ERTES y pérdidas, la incertidumbre domina entre los responsables de los campings salmantinos, a tenor de una evolución de la pandemia que lleva camino de frenar en seco las más que aceptables previsiones para la temporada de verano.

La provincia de Salamanca mantenía abiertos los meses de verano en torno a 15 campings, con unas 1.350 parcelas y medio millar de trabajadores. Las cifras actuales distan mucho de los datos del verano previo a la pandemia, el de 2019, cuando estos establecimientos salmantinos recibieron a 7.800 viajeros -más de la mitad extranjeros- superando las 19.000 pernoctaciones.

Peor se presenta el panorama actual, tal como afirma Juan Agustín Fernández, presidente de la Asociación de Empresarios Salmantinos de Campings, Aescam, y responsable del camping Cinco Castaños de Candelario, que asegura que el verano ha comenzado de manera muy tímida, con movimientos los fines de semana de campistas y autocaravanistas, “pero sin el cliente extranjero, que no se mueve”.

Campings, espacios seguros para disfrutar al aire libre

En pleno verano, y temporada fuerte en Salamanca para este sector de marcado carácter estacional, el presidente de Aescam explica que están comenzando las aperturas de estos establecimientos en la provincia, con unas perspectivas de cara a las próximas semanas que dependerán de cómo evolucione la pandemia y las medidas sanitarias.

Y del grado de reservas dependerá también la contratación de trabajadores para atender todos los servicios que ofrecen muchos campings salmantinos. “En temporada alta se contrata personal como socorristas, de limpieza, para atender cafeterías y restaurantes…”. Optimismo tenemos, explica el presidente de Aescam, pero también preocupación por posibles rebrotes, aunque remarca las ventajas y el plus añadido que para los clientes supone llegar a alojamientos situados en plena naturaleza. “ Vienen a espacios abiertos, al aire libre, con medidas de seguridad y protocolos antiCOVID que se cumplen a rajatabla, los clientes quieren venir a disfrutar, a desconectar, pero todo tiene que ir a mejor”.

Marcada la situación por la quinta ola, explica que a punto de llegar al ecuador de julio, “se van haciendo reservas, pero despacio; no hay saturación”, con una clientela nacional procedente de toda la geografía española. “Málaga, Sevilla, Navarra, Madrid, de otras provincias de Castilla y León…, la gente se mueve y elige un establecimiento que le permita descansar sobre todo de viernes a domingo”.

A juicio de Juan Agustín Fernández, uno de los principales problemas actuales es la reticencia de los usuarios a la hora de reservar con meses o semanas de antelación. La incertidumbre sobre cómo avanzará la pandemia frena las intenciones de viajar. “Es así, está afectando a todos los sectores, la gente no se arriesga porque no sabe si podrá moverse y hacia dónde”. Y de cara al fin de semana, es el jueves cuando se comienza a reservar, reconociendo que también hay cancelaciones de clientes, “esta es la situación”.

Fernández lamenta que este sector, como tantos otros, ha sido castigado a consecuencia de la pandemia. Si el pasado verano supuso cierto alivio, con la apertura de los campings, la Semana Santa ya estuvo marcada por las medidas restrictivas a consecuencia de la cuarta ola del COVID.

“Desde septiembre del pasado año hasta ahora, no hemos vuelto a trabajar”, son muchos meses de negocios cerrados que cuesta dinero mantener, por lo que el sector “está tocado” manifiesta el presidente de Aescam.

 Castilla y León: Más de un centenar de campings con 42.000 plazas de alojamiento

Aunque muchos de los campings de Castilla y León están marcados por la estacionalidad, se estima en unos 117 los que se ubican en esta comunidad, de los que el 21% son de primera categoría y el resto de tres estrellas o segunda categoría, con una oferta global de 42.000 plazas de alojamiento. Más del 50% son de titularidad pública y se explotan en concesión administrativa o por las entidades propietarias, ayuntamientos en su mayoría.

El año previo a la pandemia, en 2019, la Comunidad registró 800.000 pernoctaciones, con un 75% de clientes nacionales, destacando madrileños, castellano y leoneses y vascos. Frente a una estancia media española en campings que alcanza el 4,88%, en el caso de Castilla y León se reduce a 2,57 días, la tercera comunidad con menor estancia media, debido en gran parte a que la mayoría de los clientes llega a este tipo de establecimientos en los meses de verano, acaparando julio y agosto el 60% de las pernoctaciones del año y un gasto global de más de 42 millones de euros.

Respecto a las previsiones que baraja la Federación Española de Campings (FEEC), si el final del estado de alarma supuso un incremento de las reservas del 60% de cara al verano, la ocupación de los dos primeros fines de semana de julio ha llegado al 50% y en agosto se estima en un 70%, aunque todo marcado por la evolución de la pandemia y las medidas y restricciones en vigor. La federación estima que la media de ocupación nacional podría llegar este verano a superar el 75% si sigue avanzando el proceso de vacunación.

Turismo rural  

Mejor el pasado verano que el actual: “Domina el miedo y la incertidumbre, llevamos un año de sequía”

Si con interrogantes se plantea el futuro a corto plazo para los campings, en similar situación se encuentran los alojamientos rurales de la provincia.  Con más de 500 establecimientos, 4.200 plazas y 600 trabajadores en temporada alta, Miguel Hernández, miembro en Salamanca de la plataforma SOS Turismo Rural Castilla y León y al frente de un alojamiento rural en Aldeatejada, también destaca que es la incertidumbre la que domina entre responsables de establecimientos, y entre clientes.

“Es un virus, habrá olas, pero el Gobierno con los expertos cierran negocios, no nos dejan abrir cumpliendo con todas las medidas, pero se pueden reunir en casas particulares…hay que tomar medidas, pero que sean coherentes para todos”. Hernández se refiere a las restricciones que tuvieron que cumplir para abrir las casas.

Reservas de hasta el 90%

“Nos han tenido atados con los núcleos de convivencia que nos impusieron, impidiendo trabajar, nos ha costado llenar las casas”, lamenta, a pesar de tratarse de destinos seguro. Respecto a otros años, reconoce que están más vacías, con una ocupación menor a otros veranos, aunque las últimas semanas se habían animado las reservas, hasta el 90%. Sin embargo, matiza que no es lo mismo llenar una casa de 4-6 personas que una de hasta 30.

Ahora, el principal freno que se encuentran es la incertidumbre por la evolución de la pandemia porque las previsiones a largo plazo no existen. “No podemos tirar la campanas al vuelo pero ahora estamos trabajando con cierta normalidad, aunque impera el miedo y la incertidumbre” en un verano que lleva camino de ser peor que el de 2020.

Turismo rural

 

Cifras de récord para este mes de agosto en el turismo rural

Según Casasrurales.net, poco antes de llegar al ecuador de julio, los alojamientos rurales estarían al 95,19% de ocupación para agosto. Previsión con grandes diferencias entre comunidades y entre provincias y supeditada a cómo evolucione la quinta ola.

Estas cifras superan a las registradas en 2019 por estas fechas (80,76%) por lo que se prevé un verano histórico convirtiendo de nuevo al turismo rural como una de las opciones favoritas por los viajeros para pasar sus vacaciones. La pandemia ha hecho que los viajeros se decantan por este tipo de turismo, más seguro y aislado, donde poder juntarse con familia y amigos.

Ninguna provincia de Castilla y León está entre las top 10 nacional para agosto

Por comunidades autónomas, Cantabria con un 98,8% de ocupación estaría a la cabeza desde el 1 al 31 de agosto.  Le siguen Asturias (98,52%), Cataluña (98,01%), Murcia (97,61%) y Madrid (97,15%). Por el contrario la Comunidad Valenciana (93,65%), Extremadura (90,17%) y Islas Baleares (85,94%) se sitúan como las comunidades con menos reservas en alojamientos rurales.

Por provincias, Lérida (98,50%%), Huelva (98,4%), Girona (98,11%), Barcelona (97,7%) y Tarragona (97,6%) son las preferidas- Tras estas siguen Pontevedra (97,08%), Málaga (97,02%), Huesca (96,45%), Vizcaya (96,25%) y A Coruña (96,09%), completando así el top 10 nacional. Por el contrario Valladolid (91,37%), Cuenca (90,88%) y Cáceres (88,81%) son las que, de momento, tienen más disponibilidad.

Comentarios
Papa Estado Hace 2 años (11/07/2021 14:19)
Todos, todas y todes tranquilos, tranquilas y tranquilos. Aquí está papa Estado para depender de él, este de Europa y Europa de los que trabajan. Sigan imprimiendo dinero y sigan tirando de deuda pública. Sociedad infantil que no ve donde nos estamos metiendo y mientras tanto aplaudiendo. El plan está saliendo a la perfección. Ovejitas obedientes y dependientes del poder estatal y las multinacionales. Tiempo al tiempo.
¿Para qué iba querer un turista venir aquí? Hace 2 años (11/07/2021 14:13)
Pues en Asturias están las reservas a tope. Pero claro, los empresarios allí se molestan en dar servicios y crear atractivos a los visitantes. Aquí tenemos 0 iniciativa, montamos el chiringo y a vivir. Si a eso le sumamos gestores políticos nefastos, nadie se siente atraído por venir a esta tierra para nada. Allí hacen museos, sendas, parques, rutas, organizan actividades, eventos, sitios para llevar a los niños…. Pues los turistas acaban eligiendo ese destino y no el nuestro
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