Marie Curie, Coco Chanel o Margarita Salas son algunas de las mujeres que han grabado su nombre en la historia, aunque no hay que irse muy lejos para encontrar féminas valientes e inconformistas que destacaron en sus respectivos campos. La salmantina Carmen Martín Gaite, además de ser una de las figuras más importantes de las letras hispánicas del siglo XX, fue la primera escritora en obtener el Premio Nacional de Literatura de España por su novela ‘El cuarto de atrás’, mientras que la humanista Beatriz Galindo formó parte de la Corte de la mismísima Isabel I de Castilla. En Salamanca24horas hemos querido rescatar los logros de ambas, así como los de otras charras ilustres con motivo del 8M.
Salmantinas de renombre en el mundo de la cultura
Al hablar de Salamanca y cultura, es imposible no hacer mención a Carmen Martín Gaite (1925-2000). Considerada como la autora contemporánea española más leída en las universidades norteamericanas, honor que comparte junto al también célebre Camilo José Cela, demostró su dominio de la lengua española en todos los campos. Novelas, ensayos, cuentos, crítica literaria, guiones para series de televisión… No había escrito que se le resistiera, siendo ‘Entre visillos’ (1958) ‘El cuarto de atrás’ (1978) y ‘Nubosidad variable’ (1992) algunas de sus obras más importantes y reconocidas.
Se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Salamanca en 1948. Poco después, inició su colaboración con la revista literaria Revista Española, donde publicó el cuento ‘Un día de libertad’ (1953). A este le siguió su primera novela, ‘El balneario’ (1955), así como otros escritos y galardones: el Premio Nadal (1957), el Premio Príncipe de Asturias de las Letras Españolas (1988), el Premio Nacional de las Letras Españolas (1994) y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes (1997), entre otros. Tras su fallecimiento en 2020, cada 8 de diciembre (el día de su cumpleaños), el Ayuntamiento de Salamanca deposita un ramo de flores en la escultura que la recuerda en la plaza de los Bandos.
De la literatura pasamos al arte, ámbito en el que Isabel Villar (1934) rompió con el imperativo de la pintura abstracta que dominó la escena pictórica en los años sesenta del siglo XX. Sus distintas obras, reconocidas generalmente por el tratamiento de la mujer como sujeto protagonista, por el uso de una técnica casi puntillista y por la importancia del colorido (en especial del verde), están expuestas en una veintena de museos y colecciones españolas, incluyendo el Reina Sofía, donde se puede disfrutar de ‘La familia en el estanque’ (1975).
En la actualidad resuenan otros nombres como el de Charo López (1943), actriz que ha trabajado en más de sesenta películas bajo las órdenes de directores como Pedro Almodóvar y que ha sido reconocida con un Goya por su papel en 'Secretos del corazón' (1997) y con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2008). Esta medalla le fue otorgada diez años después a Fátima Miranda (1952), cantante y performer salmantina que ha investigado la voz humana y creado técnicas de voz exclusivas. Además, su lenguaje musical ha sido mostrado en escenarios de todo el mundo.
Beatriz Galindo, Lucía de Medrano y su gran conocimiento del latín y de la cultura clásica
Como ya hemos señalado, Beatriz Galindo, alias 'La Latina', fue dama de compañía de la reina Isabel I de Castilla, pero antes de ostentar dicho cargo, destacó por su inteligencia y afición a las letras. Nacida en Salamanca a finales del siglo XV, fue elegida entre todas sus hermanas por sus padres para que tomase clases de gramática en una escuela. No es de extrañar, pues a los quince años ya era capaz de hablar y escribir latín con fluidez y de traducir correctamente textos clásicos. Su fama pronto se extendió por toda la Corona de Castilla y, al parecer, fue reclamada por la primera monarca de España para que le enseñara la lengua madre del castellano. Esta la tenía en tal alta estima que no dudaba en pedirle consejos también.
Beatriz Galindo, aparte, escribió poesía en latín y otros documentos que, por desgracia, no se conservan a día de hoy, y fundó el hospital de la Latina y los conventos de la Concepción Francisca y de la Concepción Jerónima en Madrid, donde fue enterrada. Tras su muerte en 1535, se sucedieron los reconocimientos y homenajes a su persona en distintas ciudades (Motril, Marbella…), incluida su localidad de nacimiento, que alberga un colegio con su nombre. Mientras, la capital denominó a uno de sus barrios más destacados del casco antiguo como La Latina por las construcciones que se erigieron gracias a la salmantina junto a la plaza de la Cebada.
Otra mujer culta de la época fue Lucía de Medrano. Aunque nació en Guadalajara (1484), desempeñó un papel importante en la Universidad de Salamanca, donde pudo dictar alguna lección de cánones, sorprendiendo por seguro a todos aquellos universitarios que no esperaban que su profesora fuera una joven mujer. Pese a esto y a que desarrollase actividades en las que las féminas estaban excluidas en la Europa renacentista, su figura quedó en el olvido durante años. En la actualidad, le da nombre a uno de los institutos más conocidos de la ciudad charra.
Cabe destacar que hay estudios que ponen en evidencia que 'La Latina' ejerciera de maestra de la reina Isabel I (aunque sí fue su criada), así como que la guipuzcoana ostentase una cátedra (hay quien señala que se trata de la primera mujer catedrática de la historia) y que estudiase en la Universidad de Salamanca (institución por la que sí pasó de alguna forma). Una de esas investigaciones es 'Beatriz Galindo y Lucía de Medrano: ni maestra de reinas ni catedrática de derecho canónico', de Ana María Carabias, profesora titular de la USAL, que mantiene, eso sí, que las dos mujeres "destacaron por el dominio de la lengua latina y conocimientos de la cultura clásica".
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