Castilla y León presenta su nueva Estrategia de Atención al Paciente Crónico con visión 2030
El plan sanitario, presentado por el consejero Alejandro Vázquez, afronta el reto del envejecimiento poblacional con un modelo centrado en la persona, la prevención y la atención integrada
Castilla y León da un paso decisivo en la transformación de su sistema sanitario con la presentación de la nueva “Estrategia de Atención al Paciente Crónico. Visión 2024-2030”, una hoja de ruta diseñada para abordar uno de los grandes desafíos de la salud pública del siglo XXI: la gestión de las enfermedades crónicas en una población envejecida.
Según ha explicado el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez Ramos, la estrategia nace para dar respuesta a un escenario marcado por una elevada prevalencia de patologías crónicas, que afecta ya al 68,2 % de los mayores de 15 años en la comunidad. Esto supone cerca de dos millones de personas. La Junta asume esta realidad como una responsabilidad institucional, sanitaria y social, y plantea un modelo centrado en la persona, no en la enfermedad.
Un reto demográfico urgente
Los datos son claros: Castilla y León presenta uno de los índices de envejecimiento más altos del país (223,9 % frente al 142,3 % nacional) y una población mayor de 65 años que ya representa el 27,08 % (cinco puntos por encima de la media española). Las enfermedades crónicas, como la hipertensión, la artrosis, la diabetes, el dolor crónico o la insuficiencia cardíaca, no solo son la principal causa de muerte, sino también de gasto sanitario, discapacidad y uso de los servicios de salud.
El documento identifica nueve líneas estratégicas, 27 objetivos y 126 acciones específicas. La estrategia no solo actualiza el modelo vigente desde 2013, sino que plantea una transformación integral del sistema basada en un enfoque preventivo, continuo y personalizado.
La Atención Primaria, eje vertebrador
Uno de los pilares del nuevo modelo es el papel reforzado de la Atención Primaria, que deja de ser una mera puerta de entrada para convertirse en el eje vertebrador del sistema. Liderará la estratificación de pacientes, la planificación de cuidados y garantizará la continuidad asistencial en todo el ciclo vital del paciente.
También se reconoce el papel central de la enfermería, promoviendo su desarrollo competencial en ámbitos como la gestión de casos, atención domiciliaria o educación terapéutica, y dotando al sistema de un enfoque más próximo, humano y accesible.
Tecnología, coordinación y participación comunitaria
La nueva estrategia apuesta de forma decidida por la digitalización y la tecnología como herramientas clave para mejorar la atención: telemonitorización, historia clínica compartida, soporte telefónico enfermero y plataformas de seguimiento remoto son algunas de las soluciones ya en marcha.
Además, se garantiza una coordinación real entre niveles asistenciales y servicios sociales, combatiendo así uno de los grandes déficits del modelo tradicional: la fragmentación. A esto se suma el refuerzo de la promoción comunitaria, el autocuidado y la participación activa de los pacientes y sus cuidadores.
Un plan construido desde la colaboración
El diseño de la estrategia es el resultado de un proceso participativo, que ha involucrado a profesionales del sistema de salud, gestores, expertos en salud pública y asociaciones de pacientes. Gracias a esta visión interdisciplinar, el plan no solo mejora la respuesta sanitaria sino que humaniza el cuidado, acercando los recursos especialmente al medio rural, donde la dispersión geográfica complica el acceso.
Con esta nueva hoja de ruta hasta 2030, Castilla y León busca consolidar un sistema sanitario más sostenible, equitativo y centrado en las personas, capaz de afrontar con garantías los desafíos de la cronicidad y el envejecimiento.
También te puede interesar
Lo último