El centro de Salamanca vuelve a llenarse de color con la renovación de 40.000 plantas

El Ayuntamiento de Salamanca está transformando las calles de la ciudad con la incorporación de más de 40.000 nuevas plantas de flor esta primavera y verano. Esta iniciativa, enmarcada en la Estrategia de Infraestructura Verde, Savia, busca integrar la naturaleza en el entorno urbano, promoviendo una ciudad más saludable y en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático.

En la plaza del Liceo ya lucen tres impresionantes torres florales con unas 200 surfinias cada una, añadiendo un vibrante toque de color. La próxima semana, la plaza de Los Bandos se sumará a esta explosión floral con la instalación de dos novedosas torres que albergarán una diversidad de especies como formio, carex japonés, campanilla de coral, bacopa, curry, verbena amarilla y enredadera de alambre.

A mediados de junio, la Rúa Mayor, junto a la Clerecía y la Casa de las Conchas, acogerá de nuevo un muro verde, un "photocall" natural que simbolizará la perfecta simbiosis entre el patrimonio natural y monumental de Salamanca. Esta estructura floral, de 3,50 metros de largo por 2,40 de alto, estará compuesta por surfinias con los mismos tonos que las torres del Liceo.

Además, esta semana se está llevando a cabo la renovación floral de 151 jardineras columnares instaladas en las farolas de 18 zonas de la ciudad. Entre estas áreas se encuentran calles tan céntricas como Toro, Zamora, Obispo Jarrín y San Pablo, así como diversas plazas como la del Campillo, del Mercado, del Empresario, de San Juan de Sahagún, de Gabriel y Galán, de España y de Trujillo. También se incluirán vivaces de flor en las jardineras de piedra de las calles Toro y Zamora para realzar su efecto ornamental.

Paralelamente, se está implementando un plan integral de reposición de planta de flor de temporada, que abarcará 30 áreas entre parques, medianas, rotondas y plazas de toda la ciudad. Este plan introducirá diversas especies como petunias, surfinias, gitanillas, tagetes y begonias, entre otras.

La incorporación de estos elementos vegetales no solo embellece Salamanca, sino que también contribuye significativamente a mejorar la calidad del aire al eliminar humo y patógenos, aumentar la humedad ambiental, reducir el polvo y las partículas, atenuar el ruido y disminuir el "efecto isla de calor".