La Galatea, la eterna librería de los curiosos y los amantes de la historia de Salamanca que cierra por desalojo

El luto ha invadido la calle Libreros al conocerse la triste noticia del cierre de uno de los espacios culturales más antiguos de la provincia salmantina

La Galatea en Salamanca, librería Anticuaria   FOTO LA GALATEA
La Galatea en Salamanca, librería Anticuaria FOTO LA GALATEA

Se podría decir que un brazalete negro invade uno de los rincones donde los estudiantes se reunían para llenarse de conocimientos, charlar, conocer la historia que envuelve Salamanca, o, como es lógico, perderse entre los manuscritos de una de las librerías que podrían considerarse, y que lo es, míticas en la capital del Tormes.

Se apagan los ojos de uno de los lugares que ha guardado secretos, donde la historia se ha aunado entre el halo que deja la tinta sobre el papel, con el polvo de antigüedades que nos abrirían los ojos a nuevos mundos que no nos hemos atrevido a conocer.

La Galatea, lugar no solo de paso, sino de resguardo para muchos y muchas estudiantes que han pasado por Salamanca, cerrará sus puertas de forma definitiva. En las palabras de los propios regentes del lugar, donde no se puede evitar que la piel se erice al leerlas, como en una novela en la que el final no está abierto: “Hace apenas once días recogí una carta certificada de parte de la propiedad de la calle Libreros, nº 28, donde se me comunicaba oficialmente que el precioso edificio donde está mi Galatea ha sido vendido y que – todo muy legal, por supuesto – debía desocuparlo en apenas dos meses. Exactamente el próximo 10 de abril. Perdón, quizás el 13, no estoy para muchas exactitudes”.

Al leer el comunicado de instagram, se ha podido conocer entre líneas lo que ha sido esta librería para el municipio charro, donde Bego y Ángel te recibían con una eterna sonrisa en la cara y así conocer de primera mano qué libro necesitabas, en que documento uno se perdería, o, y de nuevo, como es lógico, descubrir una nueva trama que por la portada no hubiéramos querido conocer. La sabiduría estaba al servicio desde el minuto uno en el que la puerta se abría para conocer la historia.

No se puede olvidar el origen del nombre, bien elegido como premonición de lo que ha acabado ocurriendo, aquella novela de Cervantes en la que se había prometido una segunda parte que nunca ha llegado a nuestras manos, parece que ha dejado entrever entre los surcos del papel antiguo, una segunda parte que no podremos llegar a ver en la calle Libreros, número 28, pero que ojalá puedan llegar a ver los salmantinos y salmantinas en la ciudad española universitaria por excelencia.

No se puede evitar pensar en una famosa frase de la gran Isabel Allende en estos momentos que hablamos de La Galatea, esa famosa cita célebre que rezaba un “La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan, si puedes recordarme, siempre estaré contigo”, y eso es lo que quizá ocurra con una de la librerías que se ha llevado el urbanismo, que nunca se podrá olvidar por la cantidad de cultura que ha repartido tanto en Salamanca, como fuera de ella, adaptándose a los nuevos tiempos, y creando una simbiosis perfecta entre lo antiguo y lo nuevo, entre la historia y lo que estás por escribirse.

No se puede evitar tampoco volver a leer varias veces las palabras de los dueños, y es que: “Como digo: debo estar en shock y no lo sé. O tal vez, me interrogo, es una absurda pesadilla y, cuando despierte, como diría Monterroso, el dinosaurio ya no estará allí. Pero sí, es real, horrible, y – exceptuando la salud de la gente que quieres – la peor noticia del mundo...”.

Para finalizar, recalcar que todo aquel que se quiera llevar un recuerdo de La Galatea, podrá hacerlo del 4 al 30 de marzo, entrando por la puerta, con su maravilloso olor a madera, explorando sus rincones por última vez, en una liquidación que ojalá no se hubiera producido por lo que es para Salamanca, pero que ha puesto en valor lo que ha sido la cultura para la ribera del río Tormes en este punto de reunión estudiantil, del profesorado o, simplemente, para los que miman el encuadernado de las historias.

La Galatea, nacida en 1996, cumpliendo los 28 años, como su número en la calle Libreros, en este 2024, quedará para la historia de aquellas personas que siempre prefirieron un libro a una tablet, algo parecido, además, a las estrellas del rock del club de los 27, como Jim Morrison o Amy Minehouse, que a pesar de la marcha de estos, el recuerdo permanecerá imborrable para aquellos que amaron la cultura.

Liquidación de La Galatea
Liquidación de La Galatea

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