La librería Hydria cierra sus puertas. Lo hará próximamente después de 38 años de lectura continuada desde que naciera "creada por y para los lectores" y que le ha llevado a seguir añadiendo servicios. De hecho, pocos años después del nacimiento, Carletes, dedicada a la literatura infantil-juvenil, y hace escasos cuatro años se añadió la sección de música, cine y el rincón de cafetería, en la que se han realizado una amplia variedad de eventos culturales.
"Desde entonces hemos trabajado para ofrecer un trato cercano, amigo, profesional y especializado, intentando crear un vínculo cómplice entre librero y lector. Esperamos haberos hecho llegar nuestra pasión por una profesión a la que hemos dedicado tantos años de nuestra vida. Con tristeza nos despedimos de estas paredes que han sido, para quienes formamos el equipo de Hydria-Carletes, una segunda casa", comentan.
Así, desde este lunes se comenzará a liquidar existencias antes de que se cierre definitivamente en malos tiempos para los libros, "un producto que lucha contracorriente por mantener su espacio en esta sociedad" como ya demostró, entre otras, la histórica librería Cervantes.
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