Más críticas para la Nochevieja Universitaria. Ciudadanos por la Defensa de la Patrimonio se ha unido con su ya habitual queja por el maltrato al patrimonio durante este día.
De esta manera, lamentan que sea la Plaza Mayor la que albergue "un evento de promoción del ocio nocturno y de marcas multinacionales dispuestas a llegar a un gran público, de forma económica, sirviéndose del bello escaparate que es Salamanca", mientras en otras ciudades como en la propia Cáceres, donde también llega la Nochevieja este año, se traslada al recinto ferial.
De hecho, la asociación asegura que a pesar de que son muchas las medidas de seguridad y limpieza que se adoptan, "son claramente insuficientes dado el número de participantes y el posterior tránsito por los distintos establecimientos", además de que "ninguna medida está relacionada con la protección del patrimonio histórico ni con la prevención de actos que menoscaben su dignidad". De esta manera, continúan, "será la piedra de nuestros monumentos la que padezca el baldeo matinal".
Para Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio, la Nochevieja Universitaria "ni es cultura ni se corresponde con la imagen turística a la que tantos esfuerzos dedicamos y que se ve dilapidada por la obtención de un dinero rápido con el que redondear el año".
Así, dicen no entender la dimensión de la Nochevieja, con el anuncio de la llegada de 35.000 personas cuando el aforo de la Plaza Mayor es de 21.700, y que haya que establecer controles para decomisar drogas o alcohol. "¿Qué tipo de fiesta es esa en la que hay que tener tantos cuidados? ¿Quién se esconde tras la muchedumbre?".
Por último, critican que los establecimientos puedan permanecer abiertos hasta las 7:30 horas o los "recursos extraordinarios" que se deben establecer para la atención sanitaria y limpieza de calles, así como las incomidades surgidas por las variaciones en el transporte público y tráfico en general.
"Desde Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio entendemos que las autoridades deben ser sinceras, valientes y velar por el interés de los habitantes de las ciudades que, como Salamanca, no toleran las aberraciones que se esconden tras un evento de estas características y con el que no se identifican en absoluto.