El Comedor de los Pobres cumple 25 años atendiendo a los más desfavorecidos

La Asociación de Misioneros Amigos del Silencio presta servicios que van más allá de ofrecer comida.

 25 aniversario del comedor de los pobres (10)
25 aniversario del comedor de los pobres (10)

Con el objetivo de ayudar al que sufre, en 1994 se creó en Salamanca la Asociación de Misioneros Amigos del Silencio. La agrupación, de carácter no lucrativo, fue declarada Entidad de Utilidad Pública por el Ministerio del Interior en noviembre de 1999. Y es que su dedicación a los más desfavorecidos permite que tengan acceso a comida y a otros servicios.

De esta forma, a través del Comedor de los Pobres ofrece atención a personas y familias en situación de desempleo y sin prestaciones, a quienes trabajan en condiciones precarias, a personas con problemas socio-sanitarios y a aquellos que viven en la calle o sufren casos de racismo. Con el fin de evitar engaños, se revisa la situación de cada solicitante.

Su sede se encuentra en el Paseo de la Estación y allí, de lunes a viernes, da un servicio de recogida de comida elaborada. A quienes, por circunstancias, no pueden acercarse a esta instalación, se les lleva un lote de alimentos. Pero hay necesidades que van más allá de comer, por lo que también se facilitan productos de higiene y aseo, se ayuda a pagar recibos y deudas y se contribuye a la educación de los niños acercándoles libros y material escolar. La atención psicológica, el asesoramiento legal y tender una mano para poder encontrar un empleo son otras de las misiones del Comedor de los Pobres.

Está formado por más de 150 voluntarios repartidos en diferentes equipos: coordinador (se encarga del funcionamiento diario), servicios (cocina, distribución del menú, reparto de alimentos, limpieza, misión educativa y acercar comida caliente a gente que vive en la calle), logística y transporte (se responsabiliza de la recogida de donaciones, el traslado de alimentos, de ordenar los almacenes y de realizar inventarios) y multidisciplinar (abogados, médicos, psicólogos y trabajadores sociales).

Para financiarse, el Comedor de los Pobres precisa de los donativos realizados por particulares, empresas, fundaciones e instituciones. También lleva a cabo actividades recaudatorias, como la Cena Solidaria o el Rastrillo de los Pobres. ¿Compensación para los voluntarios? La satisfacción personal de ayudar al prójimo y vivir la fe.

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