El Comité de Empresa de Servicios Sociales de la JCYL de Salamanca denuncia “el desmantelamiento de los centros asistenciales recortando personal”
Han denunciado varios puntos que ven necesarios tratar
El Comité de Empresa ha vuelto a denunciar el desprecio con el que la Gerencia trata al personal de Servicios Sociales, ignorando la normativa en cuestiones como su obligación de informar de manera reglamentaria de medidas como la reducción de plantilla, la obligación de negociar de buena fe los calendarios laborales o el derecho a la conciliación de trabajadoras y trabajadores recogido por la Junta Castilla de Castilla y León como obligatorio en su Plan de Igualdad.
La Gerencia de Servicios Sociales, según comunican, pretenden reducir al mínimo posible la prestación de los servicios sociales públicos a los que la ciudadanía tiene derecho. En la nueva Residencia de Mayores San Juan de Sahagún “mantiene casi 70 camas vacías fruto de una nefasta gestión, son camas residenciales que están haciendo mucha falta a las familias de Castilla y León con familiares mayores con grandes necesidades de cuidados profesionales y pocos recursos económicos. Los problemas de personal, porque las ratios son insuficientes”.
El Centro de día integrado en la propia Residencia “no está dotado de plantilla y, por consiguiente, quitan personal de la atención a los residentes para poder abrir la zona de estancia diurna con lo que se deterioran las condiciones laborales y las asistenciales para todos los usuarios”.
Además, añaden que “la dotación de plantilla es insuficiente por culpa de las ratios, que fijan el número de trabajadoras necesarias por número de usuarios. Las ratios no contemplan que el personal necesario debe ser en presencia y no en plantilla total.
Del mismo modo, han explicado que “el recorte de personal en el Centro de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual, además de ilegal, puesto que ni siquiera lo han comunicado de manera reglamentaria a la representación de los trabajadores, es una medida destructiva, no les importan nada los usuarios del centro ni el personal, prima la gestión económica sobre la social y humana que debe darse en un servicio público”.
Han destacado que “en la negociación de los calendarios laborales solo existe mala fe negociadora y mentiras por parte de la Gerencia, que propone una cosa al Comité de Empresa y luego impone otra distinta en los centros, además de que no aceptan ni una sola modificación, ni siquiera si ésta es para mejorar el servicio”.
Para finalizar, han expuesto que “los Servicios Sociales públicos deben garantizar el mejor servicio posible a la ciudadanía, con más ahínco si cabe cuando se trata de personas vulnerables. El Comité de Empresa exige a la Gerencia que rectifique este sinsentido, que dé prioridad a la atención de las personas usuarias de los centros sobre los criterios meramente economicistas y políticos”.
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