Las joyas son unos accesorios que todo el mundo tiene en su casa. La plata suele abundar más que el oro en la mayoría de los hogares, aunque el principal problema es su limpieza, puesto que con el paso del tiempo tiende a ponerse negro del desgaste.
No obstante, esta no es razón suficiente para dar por perdida la joya o para dejarla apartada y obsoleta en el baúl de los recuerdos.
Entre los principales remedios para limpiar la plata está el papel de aluminio y la sal, el limón o la pasta de dientes.
La pasta de dientes al contener partículas demasiado agresivas es recomendable no usarla en aquellas joyas que estén demasiado oxidadas. En el caso del limón, el objetivo es darle brillo una vez que la joya ya esté limpia.
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