Cómo rebajar las cuotas de tus préstamos para afrontar la cuesta de septiembre

Las vacaciones de verano y septiembre son unos de los meses clave en la economía de los españoles, junto con Navidad y la cuesta de enero. Después de los excesos de la época estival vienen los gastos asociados a la vuelta al cole que, de acuerdo con un estudio realizado por Ofertia, de media representarán unos 400 euros por hijo entre libros de texto, uniformes y material escolar
 

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 Cómo rebajar las cuotas de tus préstamos para afrontar la cuesta de septiembre
Cómo rebajar las cuotas de tus préstamos para afrontar la cuesta de septiembre

Afrontar esta época de más gastos puede no ser fácil para todas las familias, pero existe una forma de rebajar las cuotas de los préstamos que tenemos vigentes para que el esfuerzo económico de este mes sea menor.

Para rebajar las cuotas mensuales de nuestros préstamos tenemos dos opciones disponibles. Según nuestra situación económica y nuestras previsiones de gasto para los próximos meses nos convendrá acudir a un tipo u otro.

Solicitar una carencia del crédito

Se trata de aplazar el pago de una parte o la totalidad de la mensualidad durante uno o varios meses. Es una buena forma de darnos un mes de respiro durante épocas donde los gastos aumentan, como es septiembre. Con la carencia parcial solo pagaremos la parte correspondiente a los intereses de cada cuota y con la total no pagaremos nada durante el plazo que hayamos acordado con la entidad.

Se trata de una alternativa a tener en cuenta para liberar nuestras obligaciones económicas durante un tiempo, aunque debemos ser conscientes de que esta opción también hará que paguemos más en total, ya que los intereses se seguirán  acumulando durante el tiempo que no paguemos.

Para solicitar una carencia simplemente debemos ponernos en contacto con la entidad y notificarles nuestra decisión, aunque deberemos hacerlo con bastante antelación para que podamos retrasar el pago de la mensualidad a tiempo.

Pedir una novación del contrato del préstamo

Una novación consiste en un cambio de las condiciones de contrato. En este caso concreto para alargar el plazo de reembolso y así poder tener unas cuotas mensuales más bajas. La principal diferencia con la carencia es que se trata de un cambio más definitivo mientras que la carencia es solo durante unos meses. Para solicitarlo deberemos contar con más tiempo, ya que un cambio de las condiciones de los préstamos requiere un nuevo contrato y, por ende más papeleo.

En definitiva, solicitar una carencia será una alternativa para volver a equilibrar nuestra economía durante uno o varios meses y volver a nuestra situación económica normal y la novación servirá para hacer un cambio permanente en las condiciones de los préstamos y así adaptar el pago de las cuotas a nuestra nueva situación económica, no solo para hacer más llevadera la cuesta de enero y la vuelta a la rutina.

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