Los concesionarios de Castilla y León mantienen los cerca de 5.000 empleos en 2021 pese a la crisis de los microchips y las consecuencias del COVID

Faconauto urge a tener un nuevo marco que garantice la seguridad jurídica del sector y una nueva fiscalidad

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Imagen en un concesionario
Imagen en un concesionario

Los concesionarios oficiales de Castilla y León lograron mantener el empleo el pasado ejercicio, pese al fuerte impacto que tuvo sobre el mercado la crisis de los semiconductores y a las recaídas en la situación sanitaria. En concreto, el sector cerró 2021 con 4.860 puestos de trabajo, frente a los 4.925 de 2020, según los datos de cierre del ejercicio presentados este lunes por Faconauto.

En un comunicado, indicaron que la falta de stock en los concesionarios y la caída en las matriculaciones explica, sin embargo, el descenso del 0,4 por ciento que experimentó su negocio en la Comunidad, cerrando 2021 con una facturación de 1.387 millones de euros. Por áreas de actividad, la que más sufrió fue la de vehículo nuevo, con un retroceso en su facturación del 13,2 por ciento, mientras que las otras dos grandes áreas, la posventa y el vehículo de ocasión, crecieron un 13 y un 16,4 por ciento, respetivamente, recuperando niveles previos a la pandemia. 

A nivel nacional, la falta de stock en los concesionarios y la caída en las matriculaciones no ha repercutido en una caída de su negocio, ya que cerraron 2021 con una facturación de 36.163 millones de euros (0,7 por ciento), una cifra muy parecida a la del año anterior. Por áreas de actividad, sin embargo, la que más sufrió fue la de vehículo nuevo, con un retroceso en su facturación del 5,4 por ciento, mientras que las otras dos grandes áreas, la posventa y el vehículo de ocasión, crecieron un 13 por ciento y un once por ciento, respetivamente, recuperando niveles previos a la pandemia. 

A nivel nacional, los concesionarios cerraron 2021 con 152.225 puestos de trabajo, frente a los 153.425 de 2020. La caída experimentada por el negocio fue del ocho cerrando el año con una facturación de 30.003 millones de euros. Por áreas de actividad, la que más sufrió fue la de vehículo nuevo, con un retroceso en su facturación del 17,7 por ciento, mientras que las otras dos  grandes áreas, la posventa y el vehículo de ocasión, crecieron un 13 por ciento y un once por ciento respectivamente, recuperando también niveles previos a la pandemia.

“Pese a haber sido un año muy malo en ventas, los concesionarios hemos vuelto a demostrar que somos empresas fuertes y solventes, enfocadas en crear riqueza, actividad y en proteger el empleo", apuntó el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez. Añadió que, inmersos en el proceso de cambio que experimenta el sector, si se dan los pasos "correctos", los concesionarios estarán en disposición de contratar en los próximos años "intensivamente" nuevos perfiles profesionales y también de acelerar la capacitación de sus empleados alrededor de tres palancas como nuevos modelos de movilidad, la electrificación del parque y la propia transformación de la red de distribución.

Faconauto indicó, en cualquier caso, que la evolución del empleo en la automoción dependerá, en buena medida, de un mercado robusto y de que se aborden las reformas estructurales pendientes, como son la creación de un nuevo marco que garantice la seguridad jurídica del sector y avanzar hacia una nueva fiscalidad.

Sobre la seguridad jurídica del sector, Pérez recordó que los concesionarios son empresas dispuestos a invertir allí donde hay un futuro y una oportunidad. "Actualmente la inseguridad que viven en temas clave dificulta la continuidad de esas inversiones. Y pongo sólo un ejemplo: las ventas directas hechas por los fabricantes impactan directamente en los resultados de los concesionarios, por eso no basta con que las marcas digan que los concesionarios somos sus socios prioritarios; tienen que demostrarlo llegando a consensos y colaborando con sus redes para acordar un límite en esas ventas directas”, señaló.

De ahí que Faconauto considere "urgente" un cambio en la fiscalidad del sector al considerar que es el modo más útil de fomentar la renovación del parque, incentivar la demanda y dinamizar el mercado. Al mismo tiempo, puede ser la mejor herramienta para acelerar la descarbonización de la movilidad, dado el retraso que arrastra el país.

Descarbonización

Sobre descarbonización, la organización empresarial ha indicado que, sin la participación de todas las tecnologías, sin un mercado fuerte, será imposible que se cumpla el objetivo establecido por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de que haya 3 millones de vehículos eléctricos circulando por nuestras carreteras. En 2030, en concreto, según sus previsiones, en el mejor de los escenarios, con una evolución del mercado normal, sólo habrá 1,2 millones de vehículos eléctricos dentro de ocho años en España.

Finalmente, Faconauto mostró su preocupación por la evolución del mercado y por la posibilidad de que se “cronifiquen” niveles tan bajos de matriculación en nuestro país si no hay un cambio de tendencia, que está lejos de producirse este año, ya que, tras el mal comienzo que ha tenido, la previsión es que las ventas vuelvan a quedar por debajo de las 900.000 unidades, lo que comprometería el empleo.

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