En el año 1998, la Viagra irrumpió con fuerza en el mercado llegando a convertirse en el fármaco más vendido del mundo, haciendo ganar al laboratorio de Pfizer más de 400 millones de dólares. Conocida como la 'pastillita azul', era obtenida para tratar problemas como la disfunción eréctil o la hipertensión arterial pulmonar. Ahora, los expertos recomiendan reducir su uso por la relación que un estudio ha asegurado que tiene con las afecciones oculares. Al parecer, su consumo excesivo podría derivar en enfermedades que afectan a los ojos como el desprendimiento de retina seroso, la oclusión vascular de la retina o la neuropatía óptica isquémica.
Por ello, la Fundación Española del Corazón, ha recomendado que “los fármacos para la disfunción eréctil como la Viagra pueden ser tomados por pacientes que han tenido un problema cardiovascular siempre que no utilicen medicación que esté contraindicada". En pacientes que no han tenido problemas previos cardiacos, también se puede dar la ingesta, aunque es aconsejable que antes se lo consulten a su médico para que evalúe una posible patología cardiaca que no haya sido diagnosticada.
Este estudio, publicado en la revista JAMA Ophthalmology, ha asociado el consumo de Viagra, Cialis, Levitra o Stendra con los trastornos oculares graves. Tal y como lo han recogido periódicos de tirada nacional como El Confidencial, los hombres analizados que tomaban estos medicamentos tenían 2,58 veces más probabilidades de desarrollar desprendimiento de retina seroso, 1,44 veces más probabilidades de desarrollar oclusión vascular de la retina y 2,02 veces más probabilidades de desarrollar una neuropatía óptica isquémica.
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