¿Qué conviene más, un depósito a corto, medio o a largo plazo?

A la hora de realizar inversiones seguras, está claro que los depósitos son los productos que mejores condiciones presentan en cuanto a seguridad y simplicidad. Sin embargo, un aspecto fundamental a la hora de depositar los ahorros es escoger el plazo que más conviene. Este determinará una u otra rentabilidad, aunque evitará que podamos acceder a la inversión durante más o menos tiempo. A continuación, mostramos los pros y contras de cada depósito en función del plazo y las alternativas para cada uno de ellos

 ¿Qué conviene más, un depósito a corto, medio o a largo plazo?
¿Qué conviene más, un depósito a corto, medio o a largo plazo?

Depósitos a corto plazo, menos rentabilidad pero más independencia

Los depósitos a corto plazo (entendiendo estos como los que van entre 1 y 6 meses) son muchas veces también denominados depósitos de bienvenida. Con frecuencia, estos productos cortos funcionan como un reclamo para nuevos clientes, pues presentan rentabilidades muy atractivas durante uno o dos meses.

Sin embargo, esta remuneración baja notoriamente tras ese tiempo y muchas veces el producto pasa a convertirse en una cuenta de ahorro. También es frecuente que se empleen como “depósitos bisagra”, un plazo fijo donde los ahorradores inquietos dejan su dinero al salir de una inversión y mientras buscan la siguiente más rentable.

Sin embargo, como siempre, el mercado actual presenta una diversidad interesante de opciones. En este sentido, cabe destacar el Depósito Facto, que con unas condiciones fijas en cuanto a inversión mínima (10.000 euros) y liquidación de los intereses trimestral, ofrece una amplia variedad de plazos.

A diferencia de los depósitos bienvenida mencionados, el Depósito Facto a corto plazo se mantiene como tal desde su contrato hasta el vencimiento.

Depósitos a largo plazo, fundamental estar seguros de que no necesitaremos el dinero

En el lado opuesto a los anteriores, los depósitos a plazo fijo y largo suelen tener períodos en torno a los 5 años y una rentabilidad más elevada. No obstante, requieren que el inversor esté muy seguro de que no necesitará el dinero en todo ese tiempo, pues, por ejemplo el Depósito Facto, no permite la cancelación anticipada antes del vencimiento.

Estos productos son interesantes en dos ocasiones concretas. Si estamos seguros de que las rentabilidades de los depósitos van a bajar en el tiempo de permanencia o que, al menos, no hay perspectiva de subidas interesantes. De este modo, al mantenerse fijas las condiciones desde su contratación, estaríamos disfrutando de una TAE por encima del contexto del momento. Si queremos invertir en un producto y olvidarnos por completo de ese dinero porque no nos hace falta.

Depósitos a plazo medio, ¿la opción más interesante hoy en día?

Por último, los depósitos a 1 año suelen ser los más comunes y llamativos para los inversores de cualquier perfil. Por un lado, permiten acumular dinero durante un tiempo considerable. Por el otro, es posible controlar si en ese tiempo se va a necesitar el dinero invertido.

Actualmente estos depósitos a 1 año son los que tienen una rentabilidad más interesante si se compara tiempo-TAE. Además, el Depósito Facto es el que más destaca del mercado actual.

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