“Convocaré el primer congreso de la Abogacía salmantina para debatir nuestros asuntos”

El nuevo decano del Colegio de Abogados de Salamanca, Eduardo Íscar, anuncia en una entrevista con SALAMANCA24HORAS la cita como novedad en su periodo de gobierno y espera poder desarrollarla mediado su mandato. Además, aspira a continuar con los servicios que ya ofrecía el Colegio con él como tesorero de la Junta anterior y profundizar en la formación y la obra social, como pilares fundamentales de su ejercicio al frente de los colegiados

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 “Convocaré el primer congreso de la Abogacía salmantina para debatir nuestros asuntos”
“Convocaré el primer congreso de la Abogacía salmantina para debatir nuestros asuntos”

Eduardo Íscar fue elegido el pasado 21 de diciembre nuevo decano del Colegio de Abogados de Salamanca. Formaba parte del equipo de su predecesor, Fernando Dávila, como tesorero, y conformaba la candidatura 'continuista'. Le acompañan Lorenzo Fuentes de Antonio como vicedecano; Yolanda Rodríguez Alba, secretaria; José Javier Román Capillas, tesorero; y Teresa Moro García y Francisco José Mateos Estévez, diputados.

Los colegiados escogen a su equipo directivo mediante listas abiertas, por ello, cabe destacar que Román y Moro formaban parte de la candidatura de Manuel Santos Pérez-Moneo, segundo en la votación. Eduardo Íscar se presenta con la idea de continuar con los servicios que viene prestando el Colegio de Abogados, mejorando sus prestaciones y desarrollando algunas novedades como el primer congreso de la Abogacía salmantina, que pretende inaugurar mediado su mandato.

- Enhorabuena por su elección como decano del Colegio de Abogados. ¿Cuáles serán las líneas maestras de su proyecto?

- Muchas gracias. Hay tres líneas fundamentales que hemos transmitido a los colegiados. En primer lugar, mayor formación. Creo que después de la avalancha legislativa que hemos tenido, el Colegio debe procurar la mayor y mejor formación de los colegiados. Se ha venido haciendo desde siempre en el Colegio pero creo que debemos incluso aumentar el presupuesto. En segundo lugar, mejorar la atención hacia los abogados con la creación de un fondo social para los colegiados más veteranos, que están en la última etapa de su actividad profesional y los asuntos ya les escasean. Yo me he encontrado como tesorero con situaciones de mucha necesidad y creo que el Colegio debe tener una respuesta. También, en lo que se refiere a los jóvenes en el inicio de sus carreras. En tercer lugar, articular una proyección social de cara al exterior, aumentando la presencia del Colegio en todas las causas que necesiten de nuestro apoyo y solidaridad porque somos parte de la sociedad salmantina y queremos que los salmantinos nos vean como un colectivo integrado. Al mismo tiempo, queremos que los colegiados se sientan orgullosos de su colectivo de cara a la distintas acciones sociales.

- ¿Cómo pretende mejorar la formación continua de los colegiados?

- Creo que podemos aumentar el presupuesto sin necesidad de aumentar las cuotas, solo con ajustes presupuestarios. Esto nos puede permitir el acceso a ponentes de mayor calidad. De igual manera, queremos hacerlo en coordinación con la Universidad, tanto a través de la Escuela de Práctica Jurídica, como a través de nuevos cursos. Esta colaboración debe ser muy fluida y muy intensa, por eso queremos que los alumnos de Derecho puedan participar de nuestros cursos de formación para juristas y letrados y, a la vez, los colegiados también puedan beneficiarse de los cursos de la Facultad de Derecho. Creo que debemos establecer canales de comunicación más fluidos partiendo de la labor que ya se ha hecho, que es mucha.

- ¿Cuáles son sus planes para la Escuela de Práctica Jurídica?

- La Escuela de Práctica Jurídica está ya plenamente integrada en el Colegio y compatibilizamos su gestión con la Universidad. Estamos cerca del tope de alumnos, por eso creo que lo que tenemos que incidir es en la calidad de la formación que les estamos dando. Hay que retocar, si acaso, el control que recibimos de los alumnos del grado de satisfacción que tienen, ampliándolo a los despachos colaboradores, ya que pasan allí mucho tiempo y debemos conocer qué formación reciben. Por otro lado, queremos mejorar las conferencias que se les ofrecen con gente de más nivel que dote de mayor prestigio a la Escuela. Por último, aumentar las prácticas que hacen con simulaciones de juicios prácticamente reales en los juzgados de la ciudad.

- ¿Cómo puede mejorar la integración en la profesión de los abogados jóvenes?

- En la medida que el Colegio pueda presupuestariamente, queremos que los jóvenes puedan acceder a los equipos y las herramientas que necesitan para comenzar su actividad profesional como pueden ser ordenadores, impresoras o escáneres, y que el Colegio cubra el tipo de interés para que les salga a coste cero durante los dos o tres primeros años de ejercicio. También tenemos la ambición de establecer un área de coworking. Buscaremos un lugar adecuado para que, con una renta muy baja, puedan tener un espacio con puestos de trabajo repartidos, de manera que vayan rotando los jóvenes que vayan ingresando en el Colegio. En definitiva, se trata de ayudarles en el arranque de la profesión.

- ¿Qué herramientas faltan a los abogados para su ejercicio profesional que usted cree que les puede proporcionar?

- Me encuentro con un Colegio en marcha. Ya no solo de esta etapa, sino de la anterior y de la anterior. Por lo tanto, cada Decanato ha ido incorporando nuevos medios y me encuentro un Colegio que ya está muy rodado y con la mayoría de propuestas en marcha. De hecho, el mayor valor con el que cuento es el equipo de profesionales que es fabuloso. Lo que yo pretendo es aportar mi granito de arena incrementando los servicios que da el Colegio. Dar un paso más.

- ¿Qué medidas implementará para mejorar la economía colegial?

- El presupuesto nos da margen de actuación porque hemos destinado durante varios años una partida importante a la remodelación de la sede, sobre todo a la biblioteca y el mobiliario, y eso nos permite tener margen de actuación para destinar a la obra social y la formación. También nos hemos propuesto en nuestro programa reducir el impacto que producen las fiestas en la economía colegial y destinar parte de ese dinero a la formación. Por lo tanto, creo que solo con hacer retoques presupuestarios podremos hacerlo. Las cuentas del Colegio están absolutamente saneadas. En el anterior mandato de Fernando Dávila se introdujo la auditoría de los últimos ejercicios, por lo tanto, está perfectamente saneado.

- ¿Cómo cree que se puede agilizar el cobro de los honorarios de los colegiados?

- Hasta ahora el Colegio no se encarga del cobro de los honorarios de los colegiados. Realmente, yo creo que sería introducir una complejidad grande si nos encargáramos. Otros colegios lo han hecho y al final han tenido que abandonar ese propósito. Creo que lo que sí nos corresponde a nosotros es informar a los juzgados en las tasaciones de costas y en las juras de cuentas de cuáles son los honorarios según los criterios que tenemos establecidos para ese único fin. Esa labor sí le corresponde al Colegio, de hecho hay una comisión que funciona a pleno rendimiento formada por catorce colegiados haciendo una gran labor.

- ¿Qué papel debe jugar el turno de oficio?

- Queremos seguir una línea de trabajo que ya se viene desarrollando para que los ciudadanos conozcan y reconozcan la labor de los abogados del turno de oficio en todas sus actuaciones. Los ciudadanos tienen derecho a una defensa que, en este caso, es pagada por el Ministerio y desarrollada por los abogados a través de los colegios. Lo que queremos es que los ciudadanos conozcan la labor que hacen, por eso la comisión del turno de oficio también trabaja a pleno rendimiento, da un gran servicio y tramita los expedientes del turno y de la justicia gratuita con una agilidad muy alta, una de las más altas de España. Lo tenemos todo digitalizado de manera que los expedientes están ya en un nivel de agilidad muy grande. Queremos que toda esa labor salga fuera y se conozca. A todo eso, ayudan actividades como el día de la justicia gratuita o la carrera popular que se hace en el mes de junio y más actuaciones que pretendemos llevar a cabo.

- ¿Hay alguna que ya esté decidida?

- Creo que tenemos que incidir en las jornadas de puertas abiertas para que los ciudadanos puedan venir y ver cómo se trabaja en el turno de oficio. Abrir las puertas del Colegio siempre es bueno.

- ¿Cómo pretende mejorar y potenciar las relaciones institucionales del Colegio de Abogados?

- En general son buenas. No hay problemas con ninguna institución en especial. Con el Ayuntamiento también espero que las relaciones sean muy fluidas porque tenemos muchos puntos en común y hay muchos temas que nos afectan. El Ayuntamiento está desarrollando muchos programas interesantes de promoción de empleo para jóvenes que empiezan y no queremos que los jóvenes abogados queden excluidos de esa promoción. Por lo tanto hablaremos con el Ayuntamiento para que esa promoción también esté al alcance de los colegiados. Así que tendremos que tener una fluida relación e intensa, como con otras instituciones como la Cámara de Comercio y otros colegios profesionales, además de la anteriormente hablado sobre la Universidad.

- En su programa destaca el concepto de solidaridad, ¿cómo articulará la obra social?

- Cuando lanzamos al colectivo este mensaje acerca de lo que queríamos hacer con la obra social, ya diseñamos un borrador de reglamento para que esté disponible en las primeras juntas de gobierno que celebremos a partir de la toma de posesión, que tendrá lugar aproximadamente en el mes de febrero. En ese reglamento se contempla la creación de un fondo con una dotación presupuestaria por parte del Colegio. No se trata de crear una obra social de la noche al día sino empezar un camino que otros vendrán y completarán, pero sí queremos dar los primeros pasos y dotar un fondo realmente importante con el que podamos dar respuesta a los problemas de los colegiados. En el reglamento habrá unas condiciones para acceder a esa ayuda, que se concederá en principio una sola vez, no será una pensión porque para eso está la mutualidad y habrá que acreditar una situación de necesidad. Según el nivel que se requiera, en función de si se trata de una sola persona o de un núcleo familiar, la ayuda será una u otra. Lo que pretendemos es que esa persona cuyos ingresos han desparecido y no tiene con qué hacer frente a determinados pagos, al menos encuentre ese nivel de respuesta en el Colegio. Además, de lo anteriormente hablado sobre el tipo de interés del material de los jóvenes que también tendrían que acreditar que no tienen ingresos ni capacidad para hacer frente a esos pagos. Eso estaría regulado para que no sea una ayuda que caiga a quien no le hace falta realmente.

- ¿En lo que se refiere a obra social de cara al exterior?

- Ahí yo esperaría a que nos lleguen las necesidades. Para eso sí queremos que un miembro de la Junta de Gobierno esté especialmente dedicado a ser el enlace con todos los colectivos que hay en la ciudad, y a través de él no lleguen las demandas que pueda haber. Ya se trate de donaciones de sangre, del Banco de Alimentos, de apoyo a situaciones de necesidad por causa de pobreza energética, desahucios, violencia de género, en fin, cualquier tipo de actuación que nos pueda llegar será analizada para empezar una campaña de actuación en nuestro colectivo.

- ¿Cree que falta ética profesional en el ejercicio de la Abogacía en Salamanca?

- No es que falte ética profesional pero sí creemos que el control deontológico de nuestra profesión es uno de los pilares de los colegios profesionales. Es una competencia que tenemos delegada como servicio público y en eso debemos ser muy rigurosos. Ya se viene haciendo y lo único que queremos es incidir en esa actuación. Probablemente necesitamos darle una vuelta al reglamento sancionador para detectar posibles lagunas. Y no solo se puede revisar el reglamento sancionador sino también los estatutos del Colegio es posible que lo necesiten. Deberemos esperar a que se modifiquen los estatutos del Consejo General para llevar a cabo la modificación de los nuestros. Una de las propuestas que llevábamos en nuestro programa es la celebración del primer congreso de la Abogacía salmantina y queremos que sea el foro en el que se debatan todos estos temas. La reforma de los estatutos, la situación deontológica, ver cómo es la relación con los juzgados y dónde están los puntos fuertes y débiles de la Abogacía salmantina. Volviendo a la situación deontológica sí queremos dar mayor difusión a los problemas deontológicos que más incidencia tienen en nuestra profesión. Es decir, qué situaciones son más sancionadas para que los colegiados las conozcan y sobre eso hagamos cursos y proporcionemos pautas de comportamiento a través de la formación. Ahí enlazamos con los abogados jóvenes que también queremos que se involucren, ya que les preocupa mucho el primer choque que van a a tener cuando se presente un disyuntiva sobre qué hacer en una determinada situación. En cualquier caso, no hay graves problemas ni prácticas reprobables muy extendidas. Hay casos puntuales y además no son de una gran gravedad.

- ¿Qué nuevas actividades programará para los colegiados?

- El congreso es una de ellas. Hemos debatido mucho en el periodo electoral pero hablar de lo nuestro cada cuatro años y con la tensión que unas elecciones introduce no es lo más adecuado. Quizás a lo largo de este periodo encontraremos una mejor ocasión para hablar de nuestras asuntos con más calma, con propuestas sobre las que todo el mundo pueda debatir y aportar ideas y que de todo ello salga una modificación estatutaria consensuada. Se trata de que lleguemos a profundizar en problemas y soluciones de la Abogacía salmantina. La idea es hacerlo a mitad de mandato porque hay que prepararlo bien, no creo que deba ser anual sino que tenga un ciclo más amplio.

- En su equipo habrá dos miembros procedentes de otras candidaturas debido a que se presentan con listas abiertas. ¿Cómo espera que sea su encaje?

- El Colegio de Abogados desde siempre ha tenido listas abiertas en las elecciones, lo cual permite que se pueda elegir entre distintos candidatos, y a la vez conocer el respaldo con el que cuenta cada uno de ellos. Esto permite que entren personas de otra candidatura pero no va a suponer ningún problema. Yo estoy convencido de que se van a integrar, de hecho ya hemos tenido varios contactos y la disponibilidad, tanto de mi equipo como de los dos candidatos que han entrado, permite aventurar que va a ser una Junta de Gobierno que va a actuar de manera conjunta, solidaria y con una sola voz. Yo creo que a partir del momento de ser elegidos ya no hay dos candidaturas sino una única Junta de Gobierno con ganas de trabajar.

- ¿Cómo percibe la implantación de la justicia electrónica y cómo cree que se puede agilizar?

- Ha habido problemas pero creo que han sido puntuales y se han ido solucionando. Tenemos que partir de la base de que es una gran revolución y no puede hacerse sin algún que otro problema. Desde el Colegio de Abogados se ha hecho un gran esfuerzo de formación de los colegiados en su adaptación a la digitalización del proceso de presentación de demandas. Se hicieron varias jornadas y se contó con la plataforma Lexnet que nos facilitó ese tránsito. Ahora tenemos que dejar Lexnet y pasar a la red del Ministerio pero ya nos coge mucho más rodados. Sí es verdad que se puede producir un desfase en colegiados mayores a los que este proceso de digitalización les viene grande y para ellos queremos hacer también cursos y que no se descuelguen del ejercicio profesional.

- ¿Son necesarias las tasas judiciales en algunos casos o la justicia debe ser gratuita en todo caso?

- Desde el Colegio, con Fernando Dávila a la cabeza, hemos luchado por la abolición de las tasas judiciales en su totalidad. Se consiguió que se quitaran las tasas a las personas físicas, quedan a las personas jurídicas y hay que insistir en que todo tipo de traba de acceso a la justicia debe ser eliminado. Y cuando digo todo, digo todo. No cabe que se pongan trabas al acceso a la justicia, y menos de tipo económico. La saturación en los juzgados no se puede aliviar cortando el acceso sino dotando de más recursos a los mismos. Si la justicia que tenemos no es capaz de dar solución a todos los problemas que se le presentan diariamente, tendremos que dotarla mejor. A pesar de ello, la respuesta judicial en Salamanca no es mala, podemos decir que es correcta, solo en casos puntuales hay retrasos o situaciones que requieren intervención. A nivel general, podemos decir que tenemos un nivel alto de respuesta judicial.

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