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El coronavirus como enfermedad cardiovascular: en busca de biomarcadores para identificar precozmente los casos graves

Científicos del IBSAL y del Hospital Río Hortega de Valladolid tratan de encontrar una combinación de biomarcadores que permitan predecir aquellos casos que pueden terminar en la UCI y, en último término, salvar vidas

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Jesús Francisco Bermejo Martín y Raquel Almansa, científicos del Institutode Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) y del Hospital UniversitarioRío Hortega de Valladolid, encabezan un artículo de reflexión que acaba depublicar la revista científica ‘Cardiovascular Research’, una de las másprestigiosas del mundo en el ámbito de la Cardiología, en el que ponen sobre lamesa una interesante línea de investigación para tratar los casos más graves deCOVID-19: la búsqueda de biomarcadores de disfunción endotelial en pacientes deedad avanzada y pacientes con enfermedades crónicas. El objetivo es predeciraquellos casos que pueden terminar en la UCI y, con ello, salvar vidas.

El artículo participan además científicos del Centro de Investigación Biomédicaen Red-Enfermedades Respiratorias (Ciberes), el Hospital Clinic de Barcelona,la Universidad de Barcelona, el Hospital Universitario Gregorio Marañón deMadrid, la Universidad Dalhousie (Canadá) y la Universidad Shantou (China).

¿Qué relación tiene una alteración cardiovascular, como es la disfunciónendotelial, con los casos más severos de COVID-19? Bermejo Martín detalla que,a medida que evoluciona la pandemia del SARS-CoV-2, existen cada vez máspruebas de que el sistema cardiovascular desempeña un rol en el curso de la enfermedad.

“Queremos evaluar hasta qué punto situaciones que conllevan disfunciónendotelial crónica, como tener hipertensión, diabetes, EPOC u otrasenfermedades, o simplemente ser anciano, predisponen a tener un COVID-19grave”, apunta el investigador. A ello se suma que muchos de los pacientes quesufren las peores consecuencias de la enfermedad tienen más de 70 años y que el75 por ciento presenta comorbilidades, es decir, al menos una de estasenfermedades crónicas.

“Creemos que tener 70 años o más y haber acumulado durante años daño en elendotelio, por ejemplo por una hipertensión, puede tener un impacto en elriesgo de no responder bien a la infección”, subraya. El porqué está en que elendotelio vascular es el órgano que señaliza a los leucocitos, las célulasencargadas de combatir infecciones, qué tejido está infectado y qué “camino”deben seguir hasta él. Cuando el endotelio está dañado, este complejo procesose descoordina y origina que la respuesta a la infección sea patológica.

A ello se suma la respuesta inflamatoria a la infección de una persona cuyosistema inmune no está funcionando bien y le está impidiendo controlar elvirus. Y otro asunto novedoso, y es que algunos estudios apuntan que el viruses capaz de infectar a las células endoteliales. Una conjunción de factores quehacen que se produzca la “tormenta perfecta”: casos graves de COVID-19.

Identificar precozmente los casos graves

A través de sendos proyectos financiados por los Institutos Canadienses deInvestigación en Salud y el Instituto de Salud Carlos III, el equipo estáprofundizando en el papel de la disfunción endotelial crónica en COVID-19 conel objetivo, por ejemplo, de encontrar biomarcadores que permitan detectarprecozmente los casos graves que pueden entrar en la UCI, así como de diseñarnuevos tratamientos.

“Pensamos que disponiendo de antivirales efectivos, intentando restaurar larespuesta inmune o promoviendo que sea más eficaz o mejorando la disfunciónendotelial, podemos ayudar a desarrollar terapias para los casos graves deCOVID-19”, apunta. Pero en ausencia de un tratamiento específico, el diseño debiomarcadores que permitan detectar los casos graves lo antes posible puedeconvertirse en una interesante vía para tratar de reducir las peoresconsecuencias de la enfermedad.

“Entre llegar al hospital con una situación respiratoria muy deteriorada ollegar un poco antes puede ir la vida. Si consiguiéramos saber que un pacienteva a terminar deteriorándose muy rápido podríamos adelantarnos unas horas conla terapia de soporte vital y salvar vidas. Esto nos lo puede decir unacombinación de marcadores de daño endotelial e inmunológicos y este es nuestroobjetivo”, precisa Bermejo Martín, quien avanza que están centrándose en variasvías para intentar obtener un panel de marcadores rápido.

Prevenir alteraciones de la coagulación

Otra línea de trabajo incipiente a la que el grupo no renuncia tiene sufundamento en que la disfunción endotelial induce la activación de lacoagulación. “Sabemos que uno de los problemas que tienen estos pacientes sonlas trombosis y los problemas de activación de la coagulación a nivel pulmonar.Entonces, podríamos tratar de mejorar esa salud endotelial o prevenir hechostrombóticos en pacientes de riesgo”, concluye el científico. Todas estas líneasde investigación están ya en curso y esperan obtener los primeros resultados loantes posible.

*Información recopilada por DCYT (Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología)

Comentarios
Ju Hace 3 años (07/06/2020 09:35)
Estos movimientos en provincias se hacen por que crean un halo hortera de falsa intelectualidad en gentes de la fatua izquierda, snobistas contra el contubernio yanqui. El progresismo es algo que condena estos hechos tajantemente,pero no sale a decir ni hacer tonterías con la que está cayendo. Esto ha sido idea de un tonto aburrido con ganas méritocraticas. <br/>33
InvsSal Hace 3 años (08/06/2020 11:03)
Vaya par de luceras al volante!. Este "investigador" y su "secretaria" tienen más anticuerpos entre sus "colegas" que los que genera el virus. Postureo puro y duro y sin conocimiento de lo que dice.... y si, muchas ganas meritocráticas <br/>10
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