​El COVID-19 vuelve a las residencias salmantinas… aunque con menor incidencia que en la primera ola

Entre el 1 de agosto y el 31 de octubre se notificó el deceso de 398 usuarios de residencias para personas mayores y dependientes. De todos ellos, 44 lo hicieron por COVID-19, más del 11%

 Anciano en una residencia
Anciano en una residencia

Las residencias de mayores y personas dependientes de Salamanca se han vuelto a ver afectadas, pero no tanto como en la primera ola. En los primeros meses de pandemia murieron más de 400 residentes entre los que lo hicieron con la enfermedad confirmada y los que mostraban síntomas compatibles con el COVID-19 pero a los que no se les pudo realizar un análisis por la falta de los mismos.

Durante los meses de junio y julio, al igual que en el resto de la provincia, la situación se estabilizó. Apenas se registraban contagios y las muertes por coronavirus eran inexistentes -sí que se seguían dando por otras causas, algo normal cuando hablamos de personas mayores-. Pero la llegada del mes de agosto provocó la vuelta de la enfermedad y el sufrimiento a estos centros.

Entre el 1 de agosto y el 31 de octubre se notificó el deceso de 398 usuarios de residencias para personas mayores y dependientes. De todos ellos, 44 lo hicieron por COVID-19 -más del 11%-. Aunque puede parecer una cifra baja, especialmente si se compara con los datos de los meses de marzo, abril y mayo, hay que señalar que hablamos de personas, muchos de ellos con familia, y que representan mejor que nadie el sufrimiento que está causando esta pandemia en cuanto a términos emocionales se refiere.

Además, por desgracia y por la forma de comunicar los decesos por parte de las Consejerías de Sanidad y Familia e Igualdad de Oportunidades, es imposible saber si estos 44 fallecidos lo hicieron todos en el Hospital o alguno de ellos lo hizo en el centro residencial, aunque todo apunta a que, al realizárseles la prueba y saber que tenían COVID-19, es de suponer que todos, o la gran mayoría al menos, fueron llevados al Complejo Asistencial Universitario en cuanto su enfermedad se agravó.

Ese porcentaje del 11% de muertes por coronavirus respecto a los decesos totales en estos centros es muy similar al registrado en Castilla y León, ya que de entre agosto, septiembre y octubre han muerto, en la Comunidad, 2.710 usuarios de residencias, de los que 363 tenían el COVID-19 confirmado, lo que supone cerca de un 13%.

Por otra parte, en estos tres meses se han notificado el positivo de 351 usuarios, elevando la cifra total hasta los 1.445. Actualmente hay cerca de 170 personas aisladas, pero apenas dos muestran síntomas, lo que quiere decir que prácticamente la totalidad están en esa situación por precaución. Una situación que creíamos haber dejado atrás y que ha vuelto, por desgracia, a nuestro día a día.

Sólo en junio y septiembre hubo menos muertes en residencias que el pasado año

El exceso de mortalidad en las residencias, como en general, es un hecho. Pese a que en un principio se pensaba que, oficialmente, el COVID-19 llegó en marzo a la provincia de Salamanca, lo cierto es que según un informe del Instituto de Salud Carlos III ya el 10 de febrero había personas con el nuevo coronavirus.

Es decir, que desde febrero, el SARS-CoV-2 (nombre oficial del virus; la enfermedad es COVID-19) estaba campando a sus anchas por la provincia charra. Sin embargo, parece que a las residencias llegó a finales de dicho mes o a principios de marzo, ya que si bien tanto en enero como en febrero de este 2020 hay un exceso de mortalidad en comparación a 2019, es a partir de marzo el mismo se hace más patente. Y es que si en enero y febrero murieron una y siete personas más que respecto al año pasado (157 y 79 frente a las 156 y 72, respectivamente), en marzo ya fueron 63 usuarios más de residencias (177 en 2020 y 114 en 2019).

Sin embargo, el verdadero drama llegó en abril, como en toda Castilla y León. En este mes de 2019 morían 77 personas de centros residenciales de mayores y personas dependientes en Salamanca. En 2020, la cifra ascendía a las 364. Un drama del que todavía nos estamos recuperando cuando el COVID-19 ha vuelto a este tipo de centros. En lo que a mayo respecta, el aumento también fue patente, pasando de 140 fallecidos el pasado año a 208 en este 2020.

Mientras, en junio parecía que el virus se había superado, puesto que se registraron 26 decesos menos (90) en comparación al mismo mes del pasado año (116). Pero nada más lejos de la realidad, ya que tanto en julio (147) como en agosto (119) las muertes aumentaron en comparación a 2019 (113 y 98, respectivamente).

Aun sin datos de octubre, donde con total probabilidad habrá vuelto a producirse un exceso de muertes en comparación a años anteriores, en septiembre las cifras fueron bastante parejas… incluso con menos fallecimientos este año (98 frente a los 116 del pasado año). Sea como fuere, la tasa provincial de fallecimientos en residencias en Salamanca ha ascendido, durante los primeros 9 meses del año, al 18,08, mientras que la del pasado año era de 12,59. Sólo Segovia (con una tasa de 26,84) y León (19,86) están peor que la provincia charra.

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