“La Dirección del Hospital Universitario de Salamanca atenta deliberadamente contra los derechos del personal de enfermería, recogidos en el Estatuto Básico del trabajador”. Así lo denuncia CSIF, que advierte que “las consecuencias ponen en riesgo la atención y la calidad asistencial de los pacientes”.
“Son acusaciones duras que, sin embargo, es el resultado de una gestión torpe y sin sentido por parte de la dirección de Enfermería”, señala Alberto Molina, delegado sindical de la Central Sindical Independiente y de Trabajadores (CSIF), y miembro de la Junta de Personal del hospital.
Estas críticas vienen dadas por el cambio de rumbo que ha impuesto la Dirección del Hospital Clínico, “sin la búsqueda de consenso”, que basa la gestión del personal de enfermería en la unificación de toda la plantilla. “Por ejemplo, unifican a todas las enfermeras de todas las unidades de medicina interna, creando una ‘trampa’ que les permite mover a demanda, sin previo aviso y sin criterio, sean personal fijo e interino, y por todas las diferentes plantas de la hospitalización”, explica Molina.
“Este personal de enfermería se siente maltratado. Hace que a las profesionales expertas en ciertas patologías se les asigne otras unidades y servicios, de las que no conocen el manejo de los cuidados o métodos de trabajo, e ignoran la fisiopatología de los pacientes ingresados, lo que puede repercutir en la calidad de la asistencia a los usuarios”, señala el representante de CSIF.
Pero el tema se agrava para los pacientes, en unidades en las que la especialización de la enfermería toma una relevancia y peso muy importante, como en las unidades de Cuidados Intensivos (UCI). “Antes teníamos varias unidades de UCI en el hospital, específicas para cada tipo de paciente, como Cardiología, Politraumatología o Neurocríticos. Cada una de ellas tenía a sus propias profesionales de enfermería, diferenciadas, que aseguraban de manera efectiva el complejo cuidado de esos pacientes”, subraya Alberto Molina.
Lamenta que “pretendan que la enfermería se aleje de la especificidad, especialización y efectividad de su trabajo, para que tenga que saber de todo, cuando esa estrategia no es conveniente”.
“Cuanto más experta es una enfermera en una serie de cuidados, más eficaz es su trabajo y, por tanto, la calidad asistencial del paciente es mayor. En cambio, la manera con la que actúa la dirección de Enfermería del Hospital Clínico es totalmente negativa”, asegura Molina. “Anular la especialización es un auténtico retroceso de décadas, en la profesionalización de enfermería. Es como si, en términos de un quirófano, ponemos al traumatólogo a operar cataratas, y al oftalmólogo a poner caderas. Hay que parar esta locura”, insiste.
CSIF también denuncia que, esta manera “ineficaz” de gestión, atenta contra la obligación de la Dirección de asegurar la estabilidad en el puesto de trabajo de los trabajadores fijos e interinos. “Tenemos normativa que ampara que cada enfermera esté asignada a una unidad y planta específica, una vez firman sus contratos y plazas de carácter fijo o de interinidad. No se puede cambiar de unidad o planta a demanda y a capricho de manera habitual”.
Molina valora que “es un atentado contra los derechos laborales, cuando -además- la enfermería ha sido la columna vertebral de la resistencia contra la pandemia”. Por ello, CSIF advierte que no va a quedarse de brazos cruzados ante este despropósito de la dirección de Enfermería, en el Hospital Clínico, y señala que pondrá en marcha las acciones sindicales y legales que considera oportunas, para terminar con “este abuso y atropello”.
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