Las condenas por violencia de género alcanzaron un máximohistórico en 2018. En concreto, se alcanzaron un total del 70,45% de lassentencias, con cerca de 35.000 condenas. Sin embargo, pese a ese número, elaño pasado solo se contabilizaron 315 contratos bonificados para sustituir amujeres maltratadas en el mercado laboral español. Es lo que se desprende de unestudio de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), a partirde los datos del Servicio Público de Empleo Estatal.
Con este estudio, “pretendemos lanzar una reflexión sobre laescasa utilización de un recurso del que dispone el Estado, para ayudar a lasempresas a que presten apoyo a las mujeres que, por sus circunstancias, tenganque abandonar total o parcialmente su trabajo durante un tiempo para afrontarsu problema. Es decir, centenares de mujeres víctimas de violencia se venobligadas a dejar su trabajo sin ninguna alternativa, pese a que la Leybonifica a las empresas estas excedencias”, lamentan desde CSIF.
Esta organización sindical ha hecho públicos estos datoscoincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contrala Mujer, el próximo 25 de noviembre. Entre otras medidas, CSIF propone diseñaruna estrategia para detectar en el ámbito laboral posibles víctimas deviolencia de género, con el desarrollo de la figura del delegado sindical especializadoen igualdad.
Pese a que las cifras de sustituciones en empresas no se correspondencon el alcance numérico de la violencia de género en España, los datosevidencian que cada día una mujer se acoge a una excedencia o reduce su jornadaa causa de la violencia de género.
Estos datos son sólo la punta del iceberg de la realidad dela violencia de género en España, con los que CSIF pretende trasladar al debatepúblico el papel preventivo y de apoyo a la mujer que puede jugar el ámbitolaboral en la lucha contra este problema.
Signos visibles deviolencia
Mientras se desarrolla el Pacto por la Violencia de Género,CSIF está formando a delegados y delegadas sindicales especializados enigualdad. De hecho, “a nuestros servicios de ayuda, llegan a diario consultassobre cómo actuar cuándo se detectan signos visibles de violencia, abatimientoy faltas al trabajo”, indican desde CSIF.
Estas consultas llegan habitualmente de manera indirecta,por parte de compañeras de la afectada, o de los propios delegados y delegadassindicales de CSIF. “Es frecuente que la propia mujer maltratada no reconozcaabiertamente que sufre malos tratos. De ahí la importancia de especializar elámbito laboral con delegados y delegadas en Igualdad para que estas mujeres sesientan acompañadas y respaldadas también en su trabajo, y que se puedan preveniry detectar este tipo de casos”, aseguran.
Desde CSFIF remarcan que “nuestra experiencia nos demuestraque hacen falta instrumentos en el ámbito laboral, que ayuden desde elprincipio a la detección, atención y apoyo jurídico a las mujeres que sufreneste tipo de violencia. Además, recibimos de manera continuada consultas sobrelos derechos de las mujeres víctimas de violencia de género en materia de empleoy de inserción laboral; dudas sobre cambios de centro de trabajo; movilidadgeográfica; reordenación de jornadas, así como sobre protección de datos enconvocatorias públicas de empleo”.
CSIF afronta la jornada de lucha contra la violencia degénero del día 25, llamando la atención por el bloqueo político e institucionalde los últimos meses, que provoca congelación de recursos, prórrogaspresupuestarias y freno a las políticas de igualdad. Asimismo, ve conpreocupación la ruptura del consenso en el debate político, que afecta tanto ala definición en sí misma de la violencia de género, como a su origen o a lasherramientas para combatirla. “La violencia machista no se puede cuestionar nirelativizar”, concluyen.