CSIF urge a modificar la Ley de Libertad Sindical por ser "anacrónica" para que haya una representatividad sindical "seria" y actualizada al siglo XXI

Benjamín Castro reclama que el sindicato esté en “todos” los foros de negociación, incluido el Diálogo Social

El presidente nacional de Empresa Privada de CSIF, Pedro Pobes, y el presidente autonómico de CSIF, Bejamín Castro, participan en una jornada dedicada al sector autonómico de empresa privada
El presidente nacional de Empresa Privada de CSIF, Pedro Pobes, y el presidente autonómico de CSIF, Bejamín Castro, participan en una jornada dedicada al sector autonómico de empresa privada

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (Csif) urgió este jueves a los partidos políticos a modificar la Ley Orgánica de Libertad Sindical, que data de 1984, por ser “anacrónica” y que privilegia a dos opciones sindicales (UGT y CCOO), con el objetivo de que haya una representación sindical “seria” y actualizada al siglo XXI. “Hay otra manera de representar a los trabajadores y entender las relaciones laborales, que abandera Csif”, sentenció el presidente nacional de Empresa Privada de la organización, Pedro Pobes.

Con motivo de una jornada celebrada en Valladolid, que reunió a un centenar de delegados de Csif en empresas de Castilla y León, Pobes hizo un llamamiento a los políticos para que se sienten a reflexionar sobre la libertad sindical y la institución sindical. Consideró ilógico que en un país de pequeñas y mediana empresas (pymes) no se pueda tener una representación sindical a partir de seis trabajadores. De esta manera, la mayor parte de las empresas no ha tenido nunca un representante sindical ni una elección sindical. Es por ello que pidió que las compañías de menos de 50 trabajadores cuenten con un comité de empresa único para que todos los empleados puedan votar. 

También, abogó, según recogió la Agencia Ical, bajar del diez al cinco por ciento la representatividad sindical en el sector privado, al igual que se hizo en los ayuntamientos. “Queremos que haya un cómputo realista e igualitario de los delegados. Es increíble que en función pública, donde Csif es el sindicato líder, un delegado cueste más de mil votos y en una empresa, seis votos. Sin embargo, para computar en la representatividad de cara a las instituciones, valen lo mismo. Es de risa”, aseveró. 

En el mismo sentido, se pronunció el presidente autonómico de Csif, Benjamín Castro, quien aseguró que su sindicato es la “alternativa real” a los sindicatos “anacrónicos” de clase. “Tenemos la obligación de ofertar a los miles de trabajadores de la Comunidad la opción de un sindicato “moderno”, “transparente” y alejado de “consignas políticas”. “No entendemos de luchas partidistas sino de políticas públicas, empresariales y sociales”, precisó. En este sentido, reivindicó que Csif esté en “todos” los foros de negociación, incluido el Diálogo Social.

Pobes destacó que Csif es el sindicato líder en función pública y desea ampliar ese liderazgo a la empresa privada, después de haber incrementado su presencia en sectores vinculados a la administración como los registros de la propiedad y notarías pero también en los servicios que licita como la seguridad privada.

De ahí que deje clara su postura como la reducción de la jornada laboral, por que los tiempos han cambiado. Al igual que en 1919 se fijó una jornada de ocho horas y hace 40 años se aprobó la semana de lunes a viernes de 40 horas, ahora toca avanzar en esta materia por que los avances tecnológicos permiten un “ajuste” de jornada, que se engloban en un aumento de los derechos conciliadores. Eso sí, apostó por analizar cada sector por que es posible que la implantación no sea generalizada.

Por su parte, el responsable autonómico del Sector Privado de Csif, Gregorio Pastor, valoró la importante representatividad del sindicato en grandes empresas privadas como Renault, Horse, Michelin, Quesos Entrepinares, Quirón Prevención, seguridad privada y call centers, entre otros. 

Se felicitó por las cifras de afiliación y el aumento de los delegados sindicales de Csif en los últimos cuatros en Castilla y León, que han subido un 34 y un 20 por ciento, respectivamente. “Queremos que las empresas sean competitivas pero que también cumplan con los planes de igualdad, la prevención de riesgos laborales, la subida de salarios, la reducción de jornada y la formación continua de trabajadores”, concluyó. 

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