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Cuarenta años del asesinato a manos de ETA del salmantino Luis Domínguez, el sepulturero de Vergara que fabricaba los ataúdes para los guardias civiles que mataban los terroristas

El pasado 25 de enero se cumplieron cuarenta años del asesinato a manos de la banda terrorista ETA del salmantino Luis Domínguez Jiménez, el enterrador de Vergara. Domínguez tenía 39 años, había nacido en Cantaracillo y llevaba 25 años, desde los catorce, viviendo en el País Vasco, donde trabajaba como sepulturero desde 1971. Estaba casado y tenía cinco hijos de entre 9 y 20 años

Luis Domínguez Jiménez

 “La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos quela aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento”

En el municipio guipuzcoano en elque vivía, en aquellos años de plomo, Luis recibió el sambenito de colaboradorde la Guardia Civil. Ese fue su motivo para recibir la amenaza por la enajenaciónterrorista. Según Covite, la banda lo acusó de relacionarse con los agentes delas Fuerzas de Seguridad e, incluso, de haber fabricado los ataúdes en los que seenterraba a los asesinados del acuartelamiento de la localidad, que un mesantes del crimen había sido trasladado a Intxaurrondo, en San Sebastián.

Además, el salmantino era amigo deLuis Berasategui, muerto a tiros en mayo de 1979 en un atentado tambiénocurrido en Vergara y que fue reivindicado por ETA militar.

Según publicó al día siguiente ElDiario Vasco, el atentado tuvo lugar a las 19:10 horas, cuando Luis Domínguezse disponía a cerrar la puerta del cementerio. En ese momento se le acercarondos jóvenes que tapaban sus rostros con capuchas y le dispararon seis tiros,que cayó desplomado junto a la misma puerta del camposanto. Los dos jóveneshuyeron a pie en primer lugar, y después se subieron a un Simca 1200 de colorazul que les estaba esperando con el motor en marcha y un tercer individuo ensu interior, logrando escapar.

Una ambulancia trasladó al salmantinoal Centro Asistencial de la vecina localidad de Mondragón, donde ingresócadáver. “Son unos hijos de perra los que han matado a mi marido”, dijo laesposa de Luis Domínguez, Arrate Zurutuza. “Quizás le han matado porque leveían alternar con los guardias civiles del cuartel que se encuentra encima dela funeraria Santa Marina, que él regentaba”, señaló a la prensa.

El testimonio de su viuda

En untestimonio que aparece en la página web de la Asociación Unificada de GuardiasCiviles, la viuda de Domínguez lo recuerda así en un largo testimonio quemerece la pena transcribir íntegro:

“A Luis le mató ETA el25 de enero de 1980. Ese día vino a casa, estuvo cenando y después fue a cerrarel cementerio. Allí le estaban esperando. Primero le dieron un tiro en larodilla y luego le sujetaron la cabeza y el dieron el tiro de gracia. A mí mellamó por teléfono una señora para que fuera, que a mi marido le habíantiroteado. Fui allí y ya estaba en el lugar la Guardia Civil y no me dejaronacercarme a él. Aunque creían que estaba muerto le llevaron rápidamente aMondragón, pero no se pudo hacer nada. Como él ayudaba mucho a los forenses ahacer autopsias, le conocían en el hospital, y nos permitieron traer el cuerporápidamente a casa. Al día siguiente, el periódico, como hacía siempre,dijo lo que le dio la gana, que si era un chivato, que si era esto o lo otro.Cómo sería la infamia que su hermano cogió todos los periódicos que había en elpueblo y los quemó en la Plaza.

Luis era muy buena persona, como un niñode 39 años. Teníamos cinco hijos y era un chaval alegre, buen padre y muy amigode toda la gente de bien. Le encantaba el campo, salir de caza. Hacía favores atodo el mundo, hacía de taxista y lo que le pidiesen. Así que yo me preguntaba: ‘Diosmío, ¿por qué?’ Claro, él llevaba también una funeraria, y en aquellosaños ya se sabe que mataron mucho a guardias civiles, y él iba a meterlos en lacaja y a solucionar los papeles para los entierros. Pasaba mucho tiempo con losguardias porque el almacén de las cajas estaba debajo del cuartel. Y él medecía: '¿por qué no voy a estar allí si allí tengo mi lugar detrabajo?'. Claro que tenía razón, pero como veían su coche que estabamucho tiempo ahí aparcado, pues alguna gente empezó a murmurar que era unchivato. En aquellos tiempos era así: te ponían la etiqueta y ya está.

Luego tuveque salir adelante con cinco hijos, sin meterles odio, porque el chaval mayortenía 19 años y el otro 18. Y así se vivió aquello.

Ahora la pena es igual, el vacío es el mismo, pero en aquellosaños encima te miraban como si fueses un bicho raro, con desprecio. Y eso quecon mi marido el ayuntamiento se portó bien. Al menos fueron al funeral, aunquemuchos amigos de él no se atrevieron a ir. A algunos amigos les tuve que decir:"Con todo el bien que os ha hecho y no os habéis atrevido ni a ir alfuneral". Aunque fue gente al funeral, muchos decidieron pasar el díafuera del pueblo. Pasó lo mismo seis meses antes, cuando mataron al marido deuna amiga mía. Aquello fue horroroso, no fue absolutamente nadie.

A mí sólo me quedaba unapregunta: ‘¿Por qué?’ Esperaba que cogiesen un día a los asesinos para ir apreguntarles el porqué, aunque después he entendido que no hacía falta unporqué. Los asesinos y sus amigos decían que algo habría hecho y eso lesbastaba. El que le mató ya salió de la cárcel y está ahora en el pueblo. Cuandovino le hicieron un recibimiento y un homenaje. Y hay que vivir con todo eso.Me queda el consuelo de saber que él no hizo daño a nadie”.

Contra el olvido

El testimonio de la viuda aparece en el libro Contra el olvido (Temasde Hoy, 2000) de Cristina Cuesta, en el que cuenta que la persona que pasó lainformación a ETA era nieto y sobrino de sus vecinas, que conocían a su marido.Y añadía: "Tengo una prima simpatizante de Herri Batasuna que tiene unhijo en ETA. Prefiero serviuda de un muerto por ETA que madre de un etarra”.

Por el asesinato de LuisDomínguez la Audiencia Nacional condenó en 1989 a José Ramón Basauri Pujana yJavier Antonio Oregui Echeberría a 28 años de prisión.

La información sobre Luis Domínguez Jiménez en Memoria de Vida de TVE, comienza en el minuto 05:11 y puede verse aquí

Arrate Zurutuza también aparece en el documental de Iñaki Arteta, 1980, que puede verse aquí.

Comentarios
anónimo Hace 4 años (13/02/2020 08:55)
Ya está la derecha intentando criminalizar a los hombres de paz de ETA, socios del Partido Sociocomunista Obreso Español (PSOE). <br/>724
. Hace 4 años (13/02/2020 08:47)
Supongo que dirán eso, y que ETA ya no mata y no se cuantas estupideces mas de mirar al futuro y olvidar y perdonar y tal. Pero ellos no dejan en paz a Franco y añoran su estúpida II república, que no una república moderna y actualizada, no, solo la insidiosa y asesina II república. Manda bemoles <br/>2310
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