Se cumplen cuarenta y cinco años del accidente del paso a nivel de Muñoz, el más grave de estas características ocurrido en España
La tragedia se saldó con treinta y dos víctimas, siendo la mayoría niños de entre ocho y doce años que se dirigían a su colegio en La Fuente de San Esteban
Veintiséis niños entre ocho y doce años y un hombre murieron en el acto, seis escolares fallecieron posteriormente y más de cuarenta resultaron gravemente heridos. El accidente del paso a nivel de Muñoz de 1978 sigue siendo, a día de hoy, el más grave ocurrido en España por arrollamiento de vehículo en un cruce entre una vía férrea y una carretera. Este jueves se cumple su cuarenta y cinco aniversario y, lejos de caer en el olvido, el suceso que conmocionó a todo un país aún continúa en la mente de aquellos que lo vivieron a la par que sorprendiendo a los que conocieron posteriormente los hechos, recogidos en este artículo.
Era un 21 de diciembre de 1978 y el autobús de la empresa Hermanos Martín hacía su ruta habitual para llevar a cerca de noventa niños a la escuela. El vehículo acababa de recoger a unos veinte infantes en Muñoz y se dirigía a su última parada, La Fuente de San Esteban. Eran las 9:10 horas de la mañana cuando el vehículo llegó al paso a nivel situado en el kilómetro 53,100 de la línea férrea Medina del Campo-Fuentes de Oñoro. “Que viene el tren, que viene el tren, no libramos”, gritaron algunos de los escolares, pero el conductor, Sebastián Aire, no compartió la misma opinión que sus pequeños pasajeros. “Pasamos, pasamos”, fueron sus palabras según la crónica publicada en El País de la época. Las dos casetas de Renfe que constituían el apeadero pudieron impedir que viera cómo se acercaba la máquina por su derecha.
El principio de acción y reacción formulado por Newton se impuso y el autobús fue arrollado por el tren que avanzaba a gran velocidad en aquellos instantes por el paso a nivel, quedando dividido en dos. “La parte delantera era arrastrada 150 metros, mientras su techo quedaba incrustado en la máquina, que logró detenerse a unos doscientos metros” del lugar del accidente, continúa relatando El País. En ese instante, viajaban unos noventa niños procedentes de varios municipios de Salamanca (San Muñoz, Ardoncillero, Muñoz, La Sagrada y Carrascalejo). Más de la mitad de los pequeños quedaron gravemente heridos, cerca de treinta murieron (incluido un padre que acompañaba a su hijo al médico) y el resto, aunque presentaban pequeños rasguños, no se atrevieron a moverse del sitio en el que habían quedado tras el accidente. Algunos de ellos, posteriormente, informaron de que habían intentado advertir al conductor de la proximidad del convoy.
Veinte minutos después del accidente, sobre las 9:30 horas de la mañana, empezaron a llegar las primeras personas para auxiliar a los heridos. Entre ellas, el médico de Boadilla, que dispuso el traslado inmediato de los niños con secuelas más graves. Unos fueron llevados a la residencia Virgen de la Vega y otros, al hospital Clínico de Salamanca en los coches particulares que llegaron al lugar de los hechos o en las ambulancias que se desplazaron desde la capital, mientras que numerosos vecinos llenaron varios centros asistenciales para donar sangre. Esta cara amable y solidaria de la sociedad salmantina contrastó con el intenso horror vivido en el paso a nivel de Muñoz ante la llegada de los padres y madres de los pequeños que viajaban en el autobús. La identificación de los niños fue dramática.
El conductor del autobús, condenado
El conductor del autobús, Sebastián Aire, de veinticuatro años de edad y natural de Ahigal de los Aceiteros -aunque residía en La Fuente de San Esteban-, no resultó herido de gravedad y fue internado en la residencia de la Seguridad Social, donde, al parecer, no cesaba de decir: "Los niños me dijeron: que viene el tren, que viene el tren, que no pasamos". Casi tres años después del accidente, "fue condenado por la Audiencia Provincial de Salamanca como autor de un delito de imprudencia temeraria, a un año de prisión, seis años de privación del carné de conducir y a indemnizar a los familiares de las víctimas menores de diez años con un millón de pesetas y con millón y medio a los de los niños fallecidos de superior edad, y con cuatro millones a la esposa del adulto muerto", según El País.
Todo parece indicar, pues, que el accidente fue fruto de una distracción por parte del conductor del autocar, ya que el lugar estaba debidamente señalizado y las condiciones meteorológicas de aquel 21 de diciembre de 1978 no afectaban de forma negativa a la visibilidad. Aún así, se decidió modificar el paso a nivel por uno elevado. El Gobierno Provisional decretó la sustitución por vía urgente y, a los pocos meses del suceso, se materializó el cambio. Mientras tanto, los autobuses que debían recoger a los escolares de Muñoz en el cruce de la N-620 lo hacían sin atravesar el raíl, como cuando había niebla antes de que ocurriese el hecho fatídico.
La “deuda histórica” que España saldó en 2021
El 21 de diciembre de 2021, en el cuarenta y tres aniversario del accidente que se cobró treinta y dos vidas, la delegación del Gobierno en Castilla y León hizo entrega de la medalla al mérito a la protección civil al Ayuntamiento de La Fuente de San Esteban, en representación de los vecinos por su comportamiento solidario durante el suceso acaecido en 1978. España saldó así una "deuda histórica", y lo hizo en un emotivo acto en el que estuvieron algunos de los testigos y supervivientes de la tragedia.
“Un año más, y ya van cuarenta y tres en nuestra memoria. Gracias a la actuación de muchos, algunos podemos contarlo. Me recogieron de la vía muy grave. Nos pusimos rápido camino a Salamanca y gracias a ello, hoy puedo contarlo”, señaló la superviviente María Dolores Alonso Hernández durante su intervención. “Recuerdo aquella mañana de diciembre con los ojos empañados en lágrimas. Cambiaron las vidas de todos. Fuimos para ver qué pasaba y no dábamos crédito. Nuestro objetivo era encontrar a nuestros hijos. Y todo el pueblo colaboró. A pesar del dolor por los que se fueron, la lucha de los que se quedaron nos ayuda a salir adelante”, añadió otro de los asistentes al homenaje, Francisco Hernández.
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