Las multas de tráfico no son nunca plato de buen gusto, por ello la principal recomendación por parte de la DGT es respetar siempre la normativa del Reglamento de Circulación para evitar pagos innecesarios. Aunque en el caso de que inevitablemente haya que afrontar esa cuantía es importante conocer en qué casos nos podemos librar de pagar una multa puesta por un radar.
Entre esas situaciones excepciones se encuentran las contradicciones entre el radar y la señal de tráfico que pueden acabar en sanciones anuladas. El estado del radar influye también para que la multa salga adelante o se quede en tierra de nadie si el dispositivo se encuentra desactualizado y el conductor tiene cómo probarlo.
Todos los radares tienen un margen de error que en teoría salta cuando se ha superado el límite de velocidad máximo. Un margen, que según informa Centímetros Cúbicos es de 5-7 km/h, por lo que, si esto no se aplica, la multa podría ser anulada.
Finalmente, las fotografías que llegan con la correspondiente multa también son imprescindibles para que esta se tramite. En este caso deben existir dos imágenes: una del vehículo circulando por dicho tramo vigilado y otra de la matrícula.
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