Salamanca, como el resto de Castilla y León, España yEuropa, se encuentra azotada por la segunda ola de COVID-19. Ya son más de ochomeses escuchando hablar diariamente de una nueva enfermedad que ha cambiadonuestras vidas por completo, ya que todos estamos expuestos a ella,especialmente los mayores y las personas con patologías previas.
Estos grupos de personas fueron los que sufrieron con másvirulencia la primera ola del virus. Entre los meses de marzo y mayo, conespecial incidencia en abril, decenas de miles de salmantinos enfermaron -aunqueno se pudiera diagnosticar a todos por falta de pruebas- y, por desgracia,cientos de ellos fallecieron.
En esta segunda ola, los casos son mucho más numerosos, comotambién lo son el número de pruebas, que está permitiendo monitorizar en mayormedida la enfermedad aunque la misma se haya vuelto a descontrolar, tal y comohan admitido la mayoría de responsables políticos. Por el momento, y porsuerte, los muertos no han alcanzado las cifras de aquellos meses fatídicos,aunque la tendencia que está cogiendo la curva no es nada halagüeña.
Pero, ¿qué día fue el que más salmantinos murieron porCOVID-19? ¿Y en qué zonas básicas de salud tenían sus tarjetas sanitarias losfallecidos y, por tanto, han sido las más afectadas por la pandemia? Estaspreguntas, aunque complejas, tienen fácil respuesta, ya que el Portal de DatosAbiertos de la Junta de Castilla y León ofrece datos al respecto.
Un Portal de Datos que, aunque complejo, ha sido alabado pormuchos de los expertos nacionales, que lo consideran un ejemplo detransparencia. Y es que Castilla y León, a diferencia de otras comunidades, síofrece cifras pormenorizadas de cómo le está afectando la crisis sanitaria yeconómica no sólo en cuanto a número de contagios y fallecidos, sino también enlo relativo a ERTEs, a suministro de material o a los contratos realizados.
En lo que a fallecidos respecta, que es lo que nos atañe enesta ocasión, los datos ofrecidos pueden tener dos peros. El primero es que sólose cuentan los fallecidos con la prueba del COVID-19 realizada. Aunque duranteesta segunda ola, casi todos los fallecimientos por esta enfermedad sí se estánpudiendo detectar a tiempo, ya que muchos fallecen con la prueba hecha, durantela primera ola parecía una quimera. El mejor ejemplo, más allá de las personasque murieron en sus domicilios sin atención médica, son los 207 residentes quefallecieron con síntomas compatibles con la COVID-19 pero a los que no se lespudo hacer un test para comprobar si tenían la enfermedad o no. Estos no estánen las estadísticas incluidos por la Junta.
El segundo problema, precisamente, también está relacionadocon las residencias, puesto que muchas comunicaban con bastante retraso elfallecimiento de sus usuarios a la Junta, lo que hace que un día se llegasen aamontonar más de dos decenas de fallecidos cuando habían estado muriendo endías anteriores.
Sea como fuere, estos datos nos permiten hacer unaradiografía más o menos extensa de cómo la pandemia está afectando a laprovincia de Salamanca y saber cuáles han sido las zonas más afectadas y losdías más trágicos.
15 de abril, el díaque más fallecimientos se registraron, con 77 muertes
El día que más fallecidos por COVID-19, con la enfermedadconfirmada, se registraron en Salamanca fue el 15 de abril. Ese día, la Juntade Castilla y León cifra en 77 los muertos por el nuevo coronavirus, ya fueranen hospitales, residencias o en sus domicilios.
Pese a que como antes se explicó, los datos podrían estardesvirtuados, pero el tempo delcoronavirus sí cuadra, ya que los peores datos en cuanto a contagios yhospitalizaciones se dieron a principios de abril, y el COVID-19 tarda en mataren torno a dos semanas (siempre dependiendo del paciente). Sí que aquellajornada se notificaron en el Hospital de Salamanca 20 fallecidosa los que hay que sumar dos en residencias y todos los que se produjeran enestos centros en esa jornada que se incluyeran en los partes de comunicación dedías posteriores (sin ir más lejos, al día siguiente se comunicaron 10 muertesen residencias).
Otro día negro para Salamanca fue el 8 de abril, jornada enla que se comunicaron 44 fallecimientos por la enfermedad. Cantidad que, ni porasomo, se ha alcanzado en la segunda ola, ya que la jornada con más muertes ha sido este pasado 6 de noviembre, con 13 decesos. Siete de ellos se produjeron en el Hospital, y los otros pudieron darse tanto endomicilios como en residencias. Lo preocupante es la tendencia de esta segunda fase, ya que el número de fallecidos no deja de ir in crescendo.
Periurbana Norte, lazona de salud con más muertos; Pedrosillo El Ralo, la zona con mayor tasa demortalidad
En lo que a zonas básicas de salud respecta, la más golpeadaen valores absolutos ha sido Periurbana Norte, con 127 fallecidos por COVID-19.Unas cifras que se explican por la cantidad de gente que vive en los municipiosasociados a esta zona de salud (Villares de la Reina, Villamayor o Cabrerizosson algunas de las localidades con más población) así como las numerosasresidencias que hay en la zona.
Dos factores que también se aplican a Santa Marta, lasegunda zona básica de salud más afectada de la provincia, con 100 fallecidos.En la capital, el centro de salud con más muertos ha sido el de Garrido Sur,con 67 decesos, seguidos de su homónimo norte, con 57.
Eso sí, si hablamos en valores relativos, la zona másafectada de toda Salamanca ha sido Pedrosillo El Ralo. Con 36 fallecidos, latasa de fallecimientos por COVID-19 en relación a las tarjetas sanitarias es de1,33%, el más alto de toda la provincia. Le sigue Villoria, que con 35 muertes(una menos), tiene una tasa de fallecidos de 0,86%. En la capital, el centro desalud con mayor porcentaje de fallecidos es Garrido Norte, con un 0,31%. Lesiguen el de Capuchinos y el de La Alamedilla, con 0,28%, y Garrido Sur, con 0,26%.