"No solo disminuiría el número de visitas al médico de cabecera y el tiempo de hospitalización, sino que se mejorarían patologías crónicas, se reduciría el consumo de fármacos y se podrían prevenir enfermedades solo con seguir una alimentación saludable", ha asegurado Soler.
Así, el colectivo se apoya en los datos de un informe realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que concluye que "la nutrición debe ser una de las piedras angulares de los servicios de salud" para garantizar una alimentación "óptima" en cada etapa de la vida de las personas.
Por tanto, desde CODINMA recuerdan que la obesidad está asociada a una mayor predisposición de sufrir varias comorbilidades, entre las que se encuentran la diabetes tipo 2, los infartos, el cáncer y la osteoartritis, además de que deteriora y reduce tanto la calidad, como la esperanza de vida. Por otro lado, según señalan, el coste económico del tratamiento de la obesidad, en relación con sus diversas enfermedades asociadas, es muy alto.
Así, esta sociedad concluye que su inclusión en el sistema sanitario "no solo es útil y necesario en el ámbito de la salud pública y nutrición comunitaria, sino que puede ejercer sus funciones en otros muchos campos como la investigación y la docencia, la restauración colectiva, la actividad física y el deporte o la industria agroalimentaria".