Ante el nuevo Gobierno de coalición del Partido Socialista yUnidas Podemos se han dado a conocer las principales líneas de actuación quellevarán a cabo en los próximos cuatro años. Entre ellas, uno de los asuntosdestacados han sido los planes de la Enseñanza Religiosa Escolar: “2.1.7.- Laasignatura de religión será de carácter voluntario para los estudiantes, sinque haya una asignatura alternativa ni la nota sea computable a efectosacadémicos”.
Las reacciones no han tardado en hacerse notar. LaDelegación de Enseñanza de la Diócesis de Salamanca ha emitido un comunicado enel que manifiesta su “más rotundorechazo a esta propuesta”. Detallan que consideran una falacia el hecho deapelar ahora a la libertad, ya que consideran que en el sistema actual lospadres ya eligen libremente: “Ellos son, y no el Estado, los principalesresponsables de la educación de sus hijos”.
Para justificarlohacen referencia al artículo de la Constitución, que reconoce “el derecho queles asiste para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que estéde acuerdo con sus propias convicciones” y que son los poderes públicos los quedeben garantizar ese derecho.
La Diócesis aseguraque la propuesta del Gobierno “cambia las condiciones, a nuestro entender, yvulnera ese derecho”. Añaden que esta asignatura “tiene que ser evaluable yestar a la altura académica de cualquiera otra”, según los ‘Acuerdos IglesiaEstado’ de 1979, que siguen en vigor.
También puntualizanla diferenciación entre la formación religiosa y la catequesis. Añaden que “en prácticamentetoda Europa es común la enseñanza religiosa en los centros docentes, contandocon un sistema similar al actual español de elección y oferta; es así que novemos necesario cambiarlo por enésima vez”.