Los disruptores endocrinos, una amenaza silenciosa en productos cotidianos: "Impiden la acción normal de nuestras hormonas naturales"

Están presentes en comida envasada o cosméticos y pueden provocar cánceres hormonodependientes, entre otros efectos "muy variados" y nocivos para nuestra salud y la de nuestra descendencia

Archivo - Imagen de recurso de un supermercado. - ILDAR ABULKHANOV/ ISTOCK - Archivo
Archivo - Imagen de recurso de un supermercado. - ILDAR ABULKHANOV/ ISTOCK - Archivo

Aplicarse crema solar en el rostro, consumir comida envasada, utilizar un producto de limpieza... Son actividades cotidianas en las que los disruptores endocrinos pueden estar muy presentes aunque no seamos conscientes de ello. Pero, ¿qué son en realidad? ¿Qué efectos causan en nuestra salud y cómo podemos minimizar su impacto? Mª de los Ángeles Martín Almendra, endocrina del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, contesta a estas y otras preguntas para Salamanca24horas.

Pregunta.¿Cómo explicarías qué son los disruptores endocrinos de una forma sencilla para la población salmantina?

Respuesta.Son compuestos químicos, generalmente procedentes de procesos industriales muy diversos, que están en nuestro entorno, acceden a nuestro organismo procedentes de productos de uso cotidiano o de contaminación ambiental por distintas vías (ingesta, inhalación, contacto con nuestra piel…) y pueden afectarnos a nosotros o a nuestra descendencia como consecuencia de modificaciones en nuestro sistema endocrino.

R.El sistema endocrino es un sofisticado sistema de comunicación biológica interna que poseemos los seres vivos, permite que las células, los tejidos y los distintos órganos y aparatos de nuestro cuerpo se comuniquen entre sí y funcionen de forma armónica. Su funcionamiento se realiza mediante la producción y liberación a la sangre de hormonas, que son moléculas de muy pequeño tamaño, que en cantidades muy pequeñas acceden al torrente sanguíneo y que viajan por el organismo interactuando con receptores muy específicos que las reconocen en células que pueden estar muy distantes y que los expresan en su membrana o en su interior; de ese modo, se transmite la información y se dé la señal de la comunicación entre células y órganos a distancia, regulando muchísimos procesos biológicos.

R.Las hormonas son esenciales para el correcto funcionamiento de numerosas funciones corporales: regulan el metabolismo y la nutrición, influyen en el crecimiento y en el desarrollo y tienen un papel fundamental en la reproducción.

R.Los disruptores endocrinos nos afectan porque son capaces de imitar la acción de nuestras hormonas naturales. También pueden bloquear los receptores hormonales de las células, de forma que impiden la acción normal de nuestras hormonas naturales. Esto provoca una disrupción (alteración) en el funcionamiento del sistema endocrino que es imprescindible para un adecuado crecimiento y desarrollo para el mantenimiento adecuado de nuestra salud.

Los llamados persistentes, como ciertos pesticidas, pueden permanecer en nuestro cuerpo hasta diez años

P.¿Qué efectos tienen sobre la salud?

R.Sus efectos pueden ser muy variados. Podrían tener efectos adversos, por ejemplo, en la salud respiratoria, cardiovascular, metabólica, cognitiva, reproductiva o incluso en el desarrollo, desde la etapa prenatal hasta la edad adulta. Afectando al crecimiento y desarrollo celular, a la fertilidad, y a todos los procesos biológicos que regula nuestro sistema endocrino, que son muy diversos, modificar nuestro metabolismo, empeorar nuestro riesgo de cáncer o deteriorar nuestra capacidad reproductiva. Además, tienen la capacidad de cruzar la placenta y por tanto llegar al feto y también se han encontrado algunos en la leche materna por lo que pueden transferirse durante la lactancia a nuestros descendientes.

P.Uno de los efectos más graves es el cáncer, ¿cuál se pueden asociar a los disruptores endocrinos?

R.Las investigaciones epidemiológicas (estudios de grandes grupos poblacionales) y experimentales (estudios de laboratorio) han puesto de manifiesto su relación con cánceres hormonodependientes; estos serían, en la mujer, mama, endometrio y ovario y, en el varón, el cáncer de próstata.

P.¿Cómo es posible que algo que penetra por la piel cause, por ejemplo, tumores malignos en otros órganos?

R.La acción hormonal se ejerce típicamente a distancia en el organismo por lo que es fácil comprender que estos compuestos que imitan a las hormonas compiten con ellas o alteran su producción su transporte o su duración el organismo pueden producir efectos muy lejos de su teórico punto de acceso.

P.¿Quiénes son más vulnerables a los efectos de los disruptores endocrinos?

R.Se consideran como ventanas críticas de vulnerabilidad durante el desarrollo humano la gestación, infancia y adolescencia, donde se amplifica su impacto, ya que el sistema endocrino es fundamental para el adecuado desarrollo de los órganos y su disfunción en estos períodos puede tener un impacto mayor o más duradero. Son los organismos, en crecimiento y desarrollo activo, como el feto durante la gestación, los recién nacidos a través de la lactancia materna y en general los niños y adolescentes, las poblaciones especialmente vulnerables. Teóricamente pueden acumular a lo largo de la vida más compuestos nocivos, ya que algunos disruptores endocrinos, los llamados persistentes, como ciertos pesticidas, pueden permanecer en nuestro cuerpo hasta diez años.

Archivo - Crema hidratante. - SIMARIK/ISTOCK - Archivo
Archivo - Crema hidratante. - SIMARIK/ISTOCK - Archivo

P.¿Dónde se encuentran estos disruptores?

R.Podemos encontrarlos en productos de uso cotidiano y también en el propio medio ambiente. Dentro del primer grupo cabe destacar:

  • Productos usados para impermeabilizar: comida envasada, sartenes y ollas antiadherentes, productos de limpieza. Pueden llevar sustancias per/polifluoroalquiladas o PFAS, también conocidas como “químicos eternos” por su larga duración en el medio ambiente (hasta miles de años). Por sus propiedades fisicoquímicas, las PFAS son grandes repelentes del agua y el aceite, y resisten a temperaturas extremas.
  • Muebles, plásticos, textiles o equipos electrónicos con retardantes de llama. Son sustancias agregadas en su fabricación para hacerlos menos inflamables. Estos químicos pueden migrar al ambiente y acumularse en el polvo y aire de los espacios interiores.
  • Latas metálicas de comida y bebidas, botellas y fiambreras de plástico. Muchos llevan el famoso bisfenol A (BPA), un fenol ampliamente utilizado.
  • Productos cosméticos de uso diario. Infinidad de ellos llevan parabenos, otro tipo de fenoles, que son disruptores endocrinos.
  • Productos de higiene como pastas de dientes, geles hidroalcohólicos, y desodorantes. Muchos llevan triclosán, otro fenol.
  • Cremas solares y maquillaje con filtro UV. La mayoría utilizan las benzofenonas. Son otro tipo de fenoles.
  • Cosméticos, perfumes, pinturas y envases de plástico. Muchos llevan ftalatos. Calentar envases con comida promueve la migración de los ftalatos a los alimentos, y se ha evidenciado que comer fuera de casa, y sobre todo comida rápida, incrementa los niveles de ftalatos en el cuerpo. Algunos estudios han asociado también la exposición a determinados ftalatos en el vientre materno con un ligero adelanto en el inicio de la pubertad.

Como resultado de la exposición ambiental destacan los metales pesados (plomo, cadmio, mercurio), que contaminan los mares y son filtrados y acumulados por animales y plantas marinas que finalmente entran en nuestra cadena alimentaria y se acumulan en algunos de ellos, como los peces de gran tamaño (atún, pez espada y algunos tiburones que se consumen habitualmente, como el cazón), todos ellos pueden acumular metales pesados de modo relativamente alto respecto a especies de consumo más pequeñas y más jóvenes. Otro aspecto ambiental importante es el referido a los pesticidas con legado tóxico, como por ejemplo el DDT, que, aunque fue prohibido en los años 70, persiste en el ecosistema y se acumula en la grasa de los animales, desde allí accede a la cadena alimentaria humana, y también algunos plaguicidas actuales, como los insecticidas organofosforados, muy usados en la actualidad.

P.A la hora de comprar un producto y leer su etiqueta, ¿qué disruptores endocrinos debemos asegurarnos de que no aparezcan?

R.Fundamentalmente las sustancias per/polifluoroalquiladas o PFAS, el bisfenol A (BPA), triclosán, benzofenonas, ftalatos, los metales pesados y los pesticidas con legado tóxico.

No es aconsejable más de una lata de atún a la semana

P. ¿Existen otras formas de reducir la exposición a los disruptores endocrinos?

R. Algunas maneras de disminuir su impacto en nuestro ámbito cotidiano serían:

  • Consumir fruta y verdura fresca siempre que podamos, lavada cuidadosamente y pelada siempre que podamos, y si es posible ecológica (no expuesta a fertilizantes ni fitosanitarios industriales).
  • Usar material inerte como el vidrio.
  • Usar fibras naturales: algodón, lana, lino.
  • Reducir el consumo de productos enlatados.
  • Evitar el uso de productos procesados (fácilmente reconocibles por sus etiquetados llenos de múltiples ingredientes) y precocinados.
  • Leer bien las etiquetas de productos cosméticos y de limpieza.
  • No calentar productos en recipientes con bisfenol A (evitar los plásticos en el microondas), mejor vidrio o cerámica.
  • Limitar el consumo de pescado azul de gran tamaño (atún, pez espada y otros). No es aconsejable más de una lata de atún a la semana.
  • Dentro de lo posible consumir carne sin hormonas, alimentada sin pesticidas ni fertilizantes.
  • Lavar nuestras manos a menudo, ya que en nuestra vida cotidiana nos exponemos a multitud de disruptores.
  • Evitar las sartenes con teflón que pueden llevar como adherente el ácido pefluorooctanoico (PFOA). Son preferibles las de acero inoxidable o porcelana.
  • Evitar el uso de insecticidas y ambientadores en nuestra casa y alrededores.
  • Utilizar productos de higiene libres de parfum, parabenos, benzofenonas, fenoxietanol, triclosán y parafina líquida también es importante no abusar de las toallitas higiénicas.
  • Ventilar a diario nuestra casa y retirar el polvo con aspiradora o un paño húmedo, no con plumeros.

P.Los disruptores endocrinos tienen un efecto acumulativo que puede transmitirse a las generaciones futuras. ¿Existe alguna forma de revertir las alteraciones causadas?

R.Disponemos aún de muy poca información sobre cómo eliminar de nuestro entorno estos compuestos nocivos. Lo ideal es detener su producción, limitar su uso y su consumo, sensibilizando a la población en la adopción de normas que limiten, en la medida de lo posible, su exposición e implementar la investigación a este respecto será imprescindible para frenar sus efectos deletéreos sobre la salud poblacional.

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