La doctora Sonsoles Castro entra en la Real Academia de Medicina de Salamanca: "Hay que visibilizar la medicina legal y forense"
Licenciada en Medicina y Cirugía y en Derecho por la Universidad de Salamanca, la doctora Castro es funcionaria de Carrera del Cuerpo Nacional de Médicos Forenses desde 1992 y desempeña el cargo de jefa de Patología Forense en Salamanca
Los primeros médicos forenses europeos surgieron mucho antes de que la profesión tuviera nombre. En Bolonia, hacia 1302, un tribunal ordenó una autopsia judicial realizada por médicos y cirujanos: este, se trata del primer caso documentado de peritaje oficial.
Allá por los siglos XIV y XV, algunas ciudades italianas, como Florencia, empezaron a contratar médicos para examinar heridas y muertes sospechosas. Ya en el siglo XVI leyes como la Carolina hicieron obligatoria su intervención en casos de homicidio, envenenamiento o lesiones.
Así nació, muy resumidamente y de forma gradual, una profesión que, con el tiempo, se expandió hacia la salud pública, la prevención y la investigación científica y que, hoy día, sigue evolucionando de la mano de especialistas como la doctora Sonsoles Castro, quien está decidida a reivindicar esa dimensión amplia, clínica y social de la medicina legal.
En un contexto marcado por muertes violentas que ocupan los titulares, especialmente aquellas que afectan a mujeres y menores, la doctora Castro, especialista en patología forense y próxima integrante de la Real Academia de Medicina de Salamanca, insiste en que la medicina legal puede aportar claves esenciales para comprender el fenómeno de la violencia y prevenirlo. Y subraya algo que, dicho por una forense, adquiere especial peso: la labor de la medicina legal no puede reducirse solo a la autopsia.
“Hay que visibilizar la especialidad”
La doctora Castro, funcionaria de Carrera del Cuerpo Nacional de Médicos Forenses desde 1992, alerta de la falta de especialistas formados y la necesidad de visibilizar la realidad laboral de la medicina legal, así como de hacer ver que se trata de una especialidad que va mucho más allá de la realización de autopsias. Su ingreso en la Academia, explica, es una oportunidad para reforzar esa visibilidad desde un espacio científico y social con capacidad de influencia.
En un país donde la medicina forense se asocia casi exclusivamente a la muerte violenta, la galena insiste en ampliar la mirada:“la medicina forense es algo más que el contenido judicial. Podemos aportar en colaboración con salud pública, en el ámbito de la muerte súbita o a través de los grupos de cardiopatías familiares.”
Uno de los malentendidos más arraigados, explica, es pensar que todo el trabajo forense está vinculado a procedimientos judiciales: “la gente asocia la medicina forense a las autopsias judiciales, pero nuestro trabajo va mucho más allá" como es el caso, por ejemplo, de la psiquiatría forense.
De hecho, las autopsias clínicas -aquellas que se realizan en hospitales para aclarar causas de muerte no judiciales- no son realizadas por los médicos forenses, sino por médicos especialistas en anatomía patológica.
Avances técnicos que cambian la investigación
La doctora subraya que la especialidad ha evolucionado de forma profunda en las últimas décadas: “ha habido muchos avances que hemos ido incorporando, especialmente en el ámbito del laboratorio y en técnicas de ADN.”
Estos progresos, asegura, mejoran el rendimiento de la medicina forense en el ámbito judicial. Sin embargo, añade que los Institutos de Medicina Legal también tienen un papel docente fundamental. No en vano, uno de los objetivos es promover la investigación y la docencia, tanto para los residentes de medicina legal y forense como para especialidades como anatomía patológica.
En la subdirección de Salamanca, explica, están acreditados como dispositivo docente para residentes.
Violencia y justicia: la importancia de la prevención
Al hablar de violencia, la doctora Castro se detiene especialmente en los casos que ocupan los titulares y refiere que lo fundamental es la prevención la cual, se denomina "prevención primaria.”
Subraya, también, la necesidad de humanizar el paso de las víctimas por el sistema: “el ámbito judicial es muy hostil. Hay que hacerlo más accesible y más amable, especialmente para menores.”
Detectar patrones cuando los sucesos se repiten
Ante los fallos sociales e institucionales que varios casos recientes han puesto de manifiesto, la doctora Castro considera que la medicina forense puede aportar un análisis valioso: “desde la Real Academia se está haciendo mucha labor de divulgación. Es importante incluir estos temas para acercar la especialidad a la sociedad y trabajar en mejorar lo que hay que abordar desde la dimensión social de la medicina legal.”
Para la galena, la medicina legal no debe quedar encasillada: “se relaciona directamente con la muerte, pero tiene una dimensión social muy fuerte.”
Una dimensión que, aplicada al ámbito de los sucesos, puede ayudar no solo a explicar lo ocurrido, sino a evitar que vuelva a repetirse.
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