El desempleo joven es uno de los principales problemas en el ámbito laboral. Los nacidos entre 1982 y 1994 son uno de los grupos que está teniendo más dificultades en la búsqueda de un empleo. Ante ello, Infoempleo ha analizado mediante un estudio la situación laboral de esta generación para conocer la visión sobre la situación que están viviendo y sus circunstancias.
De ello destaca que la falta de experiencia provoca que cuatro de cada cinco no reciba ningún subsidio o ayuda por desempleo. Esto es, la mayor parte son parados sin empleo anterior, lo que les lleva a apoyarse en su red familiar para contar con la ayuda económica que estos le prestan. Sin embargo, casi el 25% utiliza sus propios ahorros mientras que poco más del 10% realiza trabajos sin declarar, tiene otras fuentes de ingresos, acude a la beneficiencia o cuenta con rentas patrimoniales.
Con esta situación, siete de cada diez jóvenes de esta generación afirma preferir trabajar a cobrar una prestación por desempleo durante los próximos seis meses, aunque las cantidades a percibir sean las mismas.
Del resto, la mitad aceptaría el trabajo solo si supone un incremento salarial o le ofrece una mayor estabilidad con más tiempo de contrato, mientras que apenas un 6% solo se fijaría en una de las dos partes. Por último, apenas un 3,8% asegura que se quedaría con la prestación en vez de trabajar.
El desempleo juvenil en Salamanca
España cuenta con una tasa de empleo juvenil mucho más alta que la media europea. Es, de hecho, la segunda más alta solo por detrás de Grecia. En Castilla y León, el paro para las personas por debajo de los 30 años era en enero suponían 26.192 personas del total de 151.328 que se encontraban en desempleo.
En la provincia de Salamanca, por su parte, el número de parados por debajo de los 30 años es de 4.232 jóvenes de 23.558, en lo que es casi un 18%, un punto porcentual por encima de la media española.
Aún con todo, eso sí, en el último año ha descendido el paro juvenil en cerca de 300 personas en Salamanca, aunque supone un aumento en términos porcentuales superior a las tres décimas, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal.