Desde que hace cinco días comenzara a tener presencia en la capital charra el polvo del Sáhara, sus restos han dejado rastro por toda la ciudad, acentuándose especialmente en los coches.
Las consecuencias están empezando a notarse ahora, una vez que la lluvia de polvo ha bañado todos los coches y cuando todavía, a la mayor parte de la gente no le ha dado tiempo a lavar sus vehículos.
¿Qué sucede ahora? Una vez que han pasado los días y después de haber caído unas gotas de agua a posteriori, las lunas del coche han quedado marcadas lo que puede suponer un grave peligro para la conducción.
La incorrecta visibilidad a través de los cristales puede transformarse en una multa que ascienda desde los 80 hasta los 200 euros. Esto es así porque la acumulación de suciedad se castiga también.
Principalmente, las sanciones se producen cuando esa suciedad afecta a la visión de las lunas, cuando el limpiaparabrisas no puede funcionar correctamente debido a la suciedad o cuando esta impide que los números de la matrícula pueden verse correctamente.