El edificio Dioscórides, que pertenece a la Facultad de Biología de la USAL, ha acogido en la tarde de este miércoles una actuación muy especial. La del coro que una veintena de pacientes de esclerosis múltiple ha formado para mejorar su articulación verbal y controlar su respiración. También, para sentirse arropado por un grupo de personas que sufren su misma dolencia, pero que pelean por salir adelante y no se rinden, aunque muchas veces las fuerzas fallen.
El coro está coordinado por la neuróloga Yasmina Berdei y la enfermera Marta Fiz, y la actuación ha tenido lugar a las 18:00 horas. A lo largo del año, los participantes han realizado talleres todos los martes por la tarde en el Hospital Virgen de la Vega. Allí también cosen, hacen manualidades, reciben charlas que les ayuda a mejorar su experiencia con la enfermedad y, claro, cantan.
Este miércoles, 29 de mayo, ha sido su primera actuación con público. El repertorio, formado por el cancionero popular español, ha estado compuesto por el Morito Pititón, Ya se van los pastores, Tres hojitas, madre; En la Macarenita, No le daba el sol y el Molo Molondrón, algunas de ellas complicadas a la hora de la vocalización que los miembros del coro han sabido interpretar de gran manera, para el deleite de las personas que han acudido al concierto, a acompañarles y darles su apoyo. Ha sido verdaderamente emocionante.
Y es que tal como recoge la Sociedad Española de Neurología (SEN), la esclerosis múltiple afecta en España a 47.000 personas. Cada semana se diagnostican en España unos 35 nuevos casos de esta enfermedad neurológica, unos 1.800 nuevos anuales. Y aunque también puede afectar a niños y personas mayores, el 70 por ciento de los nuevos casos se detectan en personas de entre 20 y 40 años de edad y, en 3 de cada 4 pacientes, en mujeres.
Pero estos pacientes de Salamanca, pese a los obstáculos que cada día les coloca delante la enfermedad, siguen dando el do de pecho.