Las empresas se replantean su política de devoluciones: quieren acabar con las que son gratis por su coste ambiental y económico
Se estima que casi la mitad de las compras que se hacen online acaban en devolución tras su compra
Las ventas online se han disparado con la irrupción del COVID-19 y, junto con ellas, también se han disparado las devoluciones. Adquirir varias prendas para acertar con la talla le sale 'gratis' al consumidor de Zara, Primark o SHEIN. Esto supone un coste cero que sí afecta a la cuenta de resultados de las marcas de moda y, sobre todo, que deja huella en el planeta. "El transporte de las devoluciones genera más de 15 millones de toneladas de CO2 en Estados Unidos", ha revelado un estudio de Optoro, una consultora.
Tal y como publica el periódico ABC, muchas empresas se están planteando hacer un cambio drástico en su política de devoluciones.
Adiós al 'todo gratis'
Con más de una década en las calles españolas, el comercio electrónico ha madurado, pero no ha olvidado las palancas que le hicieron despegar en sus inicios. Envíos urgentes gratis, devoluciones gratis y paquetería gratis son añadidos que, cada vez más, pesan en la cuenta de resultados de las compañías y también dejan su huella en su hoja de ruta sostenible.
Tanto los envíos urgentes como las devoluciones gratis son añadidos atractivos al comercio elecgrónico, pero que cada vez pesan más en la cuenta de resultados medioambientales. Además, la devolución en tienda, el llevarlo a un centro de paquetería o establecer un punto de recogida son algunas de las facilidades que las compañías han dado a sus clientes para 'recuperar' los productos que no quieren.
Cambio de mentalidad
Desde hace varios meses, Amazon incorpora la tecnología para vigilar a los amigos de la devolución. Además, Zara ha apostado por la opción de cobrar por devolución en cerca de una treintena de países. En el Viejo Continente, por ejemplo, ya está vigente en Alemania, en Reino Unido o en Irlanda, entre otros países. En estos, la tarifa ronda los 2 euros por devolución.
Amazon, por su parte, vigila a las cuentas con mayor número de devoluciones a las que restringe el acceso a su plataforma de compra online. Esta idea fue planteada por ASOS en el 2019.
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