“Escobazos” a los nidos de golondrinas y vencejos: el peligroso gesto que impide su supervivencia en Salamanca

El ornitólogo salmantino Guillermo Hernández Cordero asegura que las especies migratorias como vencejos, golondrinas y aviones comunes, en Salamanca, se han reducido considerablemente desde hace ocho años: “En el caso del vencejo debe de quedar el 10% de la población"

Golondrinas en el nido. Foto EP
Golondrinas en el nido. Foto EP

Durante los últimos ocho años la población de aves que antes habitaba en Salamanca se ha reducido considerablemente, tanto que ahora cuesta encontrar especies migratorias, ya no solo en la ciudad, también en los pueblos y en el campo.

El ornitólogo salmantino Guillermo Hernández Cordero, propietario de Aquila Naturaleza, asegura que las aves más perjudicadas son el vencejo, la golondrina y el avión común. Reconociendo, asimismo, que “en el caso del vencejo en Salamanca debe de quedar el 10% de la población. Antes había miles por la ciudad, y ahora pueden quedar tan solo cientos”.

Antes de profundizar en las principales amenazas que tienen que soportar estas aves para subsistir a la extinción, Guillermo explica que en la ciudad de Salamanca hay tres aves que destacan especialmente y que pertenecen al grupo de las golondrinas: “Son aves que pasan el invierno en África porque son todas insectívoras, entonces en invierno en Salamanca como hace mucho frío y desaparecen las especies de insectos, sobre todo los que vuelan, los mosquitos, las moscas, las polillas, las golondrinas, los vencejos y los aviones se van a África, pasan allí nuestro otoño-invierno y regresan en primavera a partir de febrero-marzo”.

Principales amenazas

Respecto a las amenazas que acechan de cerca a estas aves migratorias, y que de hecho las está acorralando hasta una posible extinción, este experto en el estudio de aves asegura que hay tres problemas principalmente.

El primero de ellos, según explica, es el viaje a África: “Es un trayecto terrorífico porque lo que hacen es atravesar el desierto del Sahara para pasar el invierno en el sur con los leones, las jirafas y demás animales salvajes... El problema es que, en el Sahara, con el cambio climático, donde el clima es cada vez más seco, tanto en el sur como en el norte, no hay apenas comida ni agua para poder subsistir durante la travesía”.

El segundo problema al que tienen que enfrentarse estas migrantes se produce en su llegada a nuestro país: “En España hay un uso masivo de pesticidas y de herbicidas de todo tipo, al que se une otro inconveniente ahora, la sequía, cada vez hace más calor y llueve menos, entonces están desapareciendo los insectos también. No encuentran comida”.

2

Y el último de los problemas, según manifiesta Guillermo, muy importante también, competencia en este caso directamente de los humanos, es que “no tienen dónde criar”: en el caso del vencejo, especie un poco mayor que la golondrina, que vive en agujeros sobre todo en los tejados, justo en el agujero que se deja la teja entre el tejado y la pared.

Lo que ocurre es que ahora en los edificios modernos de Salamanca ya no hay tejas, solo los tienen los edificios históricos del centro como la Catedral o la Clerecía, entonces no tienen agujeros donde criar, con lo cual están desapareciendo, y en aquellos edificios donde tienen tejas, lo que ocurre es que las tejas modernas no asilan del calor, entonces se meten a crías y cuando llega junio con estos calores, los pollos que están allí creciendo, se tiran del nido y se matan contra el suelo porque se están abrasando.

Y en el caso de las golondrinas y los aviones que hacen unos nidos muy típicos de barro debajo de los aleros de las casas, el problema es que la gente no quiere tener nidos porque a veces sueltan algunos excrementos y a escobazos los tiran. Algo que es ilegal”.

Cómo contrarrestar el problema

Para que se reduzca el riesgo de amenazas para estas aves resulta fundamental la convivencia, algo a lo que apela Guillermo, aunque no es el único. Desde Ecologistas en Acción llevan dos años trabajando con la puesta en marcha de una campaña confederal llamada ‘Las Tres Mosquiteras’ con el fin de poner en valor la existencia de estas aves, haciendo un llamamiento a los ayuntamientos para la puesta en marcha de una serie de medidas, de obligatorio cumplimiento, para que se protejan los nidos y a sus crías.

Otras alternativas que Guillermo Hernández propone son que cuando se haga la restauración de un edificio histórico se aísle bien el tejado y se respeten esos agujeros para que los vencejos puedan seguir criando. En el caso de que no se quieran mantener esos agujeros, este experto en ornitología propone la opción de colocar nidos artificiales, que “son unas tejas especiales, que están aisladas y que tienen un agujerito pequeño por el que pueden entrar los pájaros para criar, y que es muy económico, que puede sumar tan solo unos 100 euros más a mayores de lo que cueste la restauración del edificio”.

Imagen de WhatsApp 2023 05 17 a las 16.41.06
Guillermo Hernández Cordero, ornitólogo, Aquila Naturaleza

En el caso de la golondrina y el avión común, Guillermo apela a la convivencia y a que el hombre muestre colaboración: “Los excrementos de estas aves son el principal problema de que los vecinos se nieguen a mantener un nido de estas aves y terminen optando por tirarlos a escobazos”.

Para que esto no suceda “se puede poner tablillas que impidan que los excrementos caigan directamente en las ventanas. También se podrían tirar esos nidos de barro, pidiendo una autorización y siempre que nos encontremos fuera de la época de cría para asegurarnos de que no hay pollos dentro, y sustituirlos por nidos artificiales de conglomerado o sintéticos de corcho para que los excrementos caigan en el suelo y no en las ventanas”.

No obstante, esta última opción necesitaría también de un compromiso, por parte de los ayuntamientos, con un equipo de limpieza que se encargara de eliminar la suciedad que ocasionaran estas aves.

Beneficio de la existencia de las aves en la ciudad

Poner soluciones es, por tanto, fundamental para asegurar su supervivencia, algo que también nos beneficia a las personas: “La disminución de las aves migratorias nos está hablando de un problema ambiental y humano, son un termómetro del mundo”.

Su desaparición nos habla claramente del gran problema al que nos está abocando la sequía: “En el norte de África viven 200 millones de personas en un entorno que se está convirtiendo en inhabitable por las sequías que también estamos viviendo ya en España con la pérdida de cosechas o la desaparición de las lagunas de Doñana o en las Tablas de Daimiel”.

Además, su presencia en los municipios es también imprescindible porque ayudan al control de plagas, tal y como explica Guillermo: “Especies como las golondrinas o los vencejos son insectívoras, y eliminan insectos que son perjudiciales para la salud como son los mosquitos tigre, y que pueden transmitir enfermedades como la malaria o la fiebre del Nilo, todas transmitidas a través de picaduras, por eso es necesaria la existencia de las aves que se los comen y controlan las plagas”.

3

Concienciación ciudadana  

Finalmente, en cuanto a la concienciación de la ciudadanía salmantina, Guillermo admite que “queda mucho trabajo por hacer todavía”, y advierte de que “para asegurar la convivencia, hay que evitar el uso habitual de los pesticidas cada vez que vemos, por ejemplo, una hormiga o una mosca en casa o en el jardín”.

No obstante, asegura que “la gente poco a poco va cambiando y es más sensible” y pide precaución respecto a la tirada de nidos: “El escobazo a los nidos es un trabajo importante que todavía hay que hacer. Nos sigue costando que un pájaro de vez en cuando cague en el suelo”.

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído