Una escultura inspirada en la 'escalera de la muerte' de Mauthausen homenajeará a los salmantinos deportados a campos de concentración nazis
Se instalará en el paseo fluvial, cerca del puente de Enrique Estevan, durante este verano

Los salmantinos que sufrieron los horrores de los campos de concentración nazis serán homenajeados con una escultura que se instalará en el paseo fluvial, en las zonas ajardinadas que se encuentran cerca del puente de Enrique Estevan. Así lo han decidido conjuntamente la Asociación Salamanca Memoria y Justicia (ASMJ) y el Ayuntamiento de la ciudad.
La obra será realizada en piedra de Villamayor por los escultores Jerónimo Calvo Rodero y Manuel Calvo Rodero y se inspirará en la 'escalera de la muerte'. Este es el nombre con el que se conocen los 186 escalones de la mina del campo de Mauthausen por los que los prisioneros debían subir cargando pesados bloques de granito. El esfuerzo era tal que muchos perecían en el ascenso. De llegar arriba, su pesadilla no terminaba; los guardias de la SS a veces los empujaban para hacerlos caer en cadena.

El Ayuntamiento de Salamanca se hará cargo de la financiación de la escultura que sirva de monolito y memorial, cuya instalación se prevé en verano. La intención de la asociación era inaugurarla el 5 de mayo, con motivo del 80 aniversario de la liberación del campo de concentración de Mauthausen, pero el plazo de ejecución, de unos cuatro meses, no lo permite.
Mauthausen, el campo con más deportados salmantinos
Mauthausen es el campo de concentración al que fueron deportados la mayoría de salmantinos. Entre ellos, Pablo Agraz. Llegó en el segundo convoy de españoles. Fue destinado al grupo de adoquineros y realizó trabajos forzados en la cantera del campo. Poco más tarde, en febrero de 1941, fue trasladado al subcampo de Gusen, donde muchos prisioneros fueron asesinados en cámaras de gas.

"Mi tío salió de allí y volvió a Mauthausen en 1942. Parece que el boxeo le salvó la vida. De joven lo había practicado y las SS eran muy aficionadas a ese deporte. Organizaban combates y apostaban dinero. Como les servían de entretenimiento, los alimentaban un poco más", reconoció su sobrino, Pablo Martínez Botello, en unas declaraciones ofrecidas a Salamanca24horas. El salmantino fue finalmente liberado en mayo de 1945 por las tropas norteamericanas.
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