​Esta primavera habrá “bastante sintomatología” para los alérgicos

Así lo asegura el jefe del servicio de Alergología del Hospital de Salamanca, Ignacio Dávila, ya que habrá bastantes granos de polen debido a las intensas lluvias de estos meses. Ante cualquier síntoma, recomienda aplicar medidas preventivas y, en caso de persistir, farmacológicas

 Ocho de cada diez personas ven afectada su vida diaria a causa de una alergia
Ocho de cada diez personas ven afectada su vida diaria a causa de una alergia

La primavera, la sangre altera. Pero también la salud de todos los alérgicos al polen, y estos meses parece que le espera grande sufrimiento. Al menos así lo piensa el jefe del Servicio de Alergología del Hospital de Salamanca, Ignacio Dávila, que asegura a SALAMANCA24HORAS que este año habrá “bastante sintomatología”.

Por el momento, gracias a las grandes y constantes precipitaciones que se vienen sucediendo en este 2018, el ‘sufrimiento’ para los alérgicos se está retrasando. Y es que a finales de marzo y principios de abril, según explica Ignacio Dávila, es cuando comienzan a tener los síntomas los alérgicos al polen de las cupresáceas (que provienen de los cipreses, árbol común en Salamanca).

Como recuerda el jefe del servicio de Alergología, con el buen tiempo de antes de Semana Santa “subieron los niveles” pero luego, con las lluvias, volvieron a bajar. Ahora están empezando a aparecer el polen del quercus (provenientes de la encina o los robles) y el de gramíneas también comenzará “a haber mucho” en los próximos meses, ya que se trata de un polen tardío, de los meses de mayo y junio.

Así, para Ignacio Dávila la primavera “puede ser de moderada a intensa”, y dependerá mucho “de si en mayo llueve o se agostan y disminuyen los granos de polen”. Pero “va a haber bastante, es lo que se espera”, confirma el jefe de Alergología del Hospital, quien también confirma que los alérgicos tendrán “bastante sintamotología”.

Y es que “dependiendo del régimen de lluvias, puede haber más o menos prolongación de la temporada de polinización”. En los últimos años ha ido aumentando, siendo más prolongadas, y cuando “los pacientes en junio dejaban de tener, ahora muchos se alargan hasta primeros de julio”, manifiesta Dávila.

Otra cosa que apunta el jefe del servicio de Alergología es que “los pacientes sufren a más pólenes sensibilizados”, aumentando muchos las cupresáceas, el plátano de sobra (“ese árbol de bolitas”, detalla) y que, “sobre todo, los pacientes están afectados por distintos pólenes”. Así, mucha gente primero sufre las cupresáceas (de enero a marzo), luego el ‘falso’ plátano (abril) y, finalmente, las gramíneas (mayo y junio).

Por todo ello, la temporada de alergias puede ser más recortada o más prolongada, según las afecciones, puesto que se puede ir sumando un polen con el otro.  

Ignacio Dávila también comenta a este medio que “la alergia respiratoria ha ido creciendo, pero ahora se ha estabilizado”, y que es “la alergia a los alimentos” y a otras cosas la que viene incrementándose los últimos años.

En España, cerca de un tercio de la población es alérgica, es decir, “unos 16 millones”, de los cuales “un tercio es alérgica al polen”, por lo que oscilaría en torno a los 8 millones, detalla el jefe de Alergología. En Salamanca hay “los mismos valores”, por lo que Ignacio Dávila estima que habrá entre “60.000 y 80.000 pacientes alérgicos al polen” y el doble tendrán una afectación general.

Ante los síntomas de alergia, se recomienda aplicar “medidas preventivas y farmacológicas”

El médico detalla que ante cualquier síntoma hay que aplicar un “control de medidas preventivas y farmacológicas”, pero “según lo que venga, actuar” y no precipitarse. Así, primero sentiremos conjuntivitis para, posteriormente, tener los primeros síntomas de asma.

Pero antes de tomar ningún medicamento es conveniente tener cuidado y, como primera recomendación, Ignacio Dávila aconseja mirar en internet el recuento de pólenes en sitios como en la app para smartphones ‘Polen Control’ o en páginas como www.polenes.com. Una vez visto el nivel según el tipo de polen, “si el recuento es elevado, esos días se debe evitar salir al campo o no realizar actividades como cortar el césped”.

Este doctor también sugiere ventilar a última hora y tener el resto del día las ventanas cerradas, evitar las actividades al aire libre, evitar los aires acondicionados en el coche o los humificadores y usar gafas de sol o mascarillas. Unas mascarillas muy usadas en regiones como Extremadura y recomendadas porque evitan la entrada de pólenes, detalla, ya que “si tienen filtros de pólenes y ácaros pueden ayudar al paciente”.

Pero si los síntomas persisten o se acrecientan, hay que recurrir al tratamiento farmacológico. “Colirios, broncodilatadores, lo que sea necesario”, recuerda Ignacio Dávila, quien aconseja acudir al alergólogo para que se le suministre una vacuna de inmunoterapia. Estas normalmente mejoran los síntomas, “no en todos los pacientes”, concreta, pero “a algunos les quita la sintomatología y a otros les alivia”.

Síntomas parecidos al catarro pero que duran más de 10 días

Ignacio Dávila recuerda cómo descubrir si se es alérgico. “Son síntomas parecidos al catarro, con más picor en la nariz” pero que duran más de 10 días. También si esos síntomas “se repiten todas las primaveras”, algo que es muy sugerente. En ese momento, el doctor nos exhorta a acudir al médico de familia, quien nos diagnosticará o remitirá al servicio de Alergología.

Para aquellos padres y madres que tengan hijos pequeños y no sepan si son alérgicos, el jefe del servicio de Alergología explica que se empieza a desarrollar a partir de los cuatro o cinco años, aunque puede tener lugar antes. Pero sí hay un grupo de riesgo, los que sufren dermatitis atópica a los tres o cuatro meses, que pueden llegar a desarrollar alergia respiratoria o alimentarias. Por ello, no duda en recomendar que se acuda al médico o a urgencias si fuese necesario.

“El polen no se ve, es invisible”

El alergólogo recuerda que “el polen no se ve, es invisible”, y que lo blanco que se puede observar todas las primaveras es la flor de chopo. Y es que el polen está “debajo”, en cotas invisibles mucho mayores y“es lo que estamos respirando”.

El polen es microscópico y “se capta con unos aparatos determinados”. Una vez captado, se pone en un cristal con glicerina que fija el grano, de manera que se tiñe para posibilitar su lectura al microscopio y “nos permite hacer recuentos”, que podrían hacerse por horas “pero se hace por días” por una cuestión práctica, concreta Dávila. En el servicio de Salamanca, es la bióloga Asunción García Sánchez la encargada de hacerlos.

Pero además de los servicios del hospital hay un captador al lado de la Plaza Mayor, amplía el alergólogo, que permite el recuento de pólenes al Ayuntamiento y también a “un grupo de investigación de la Facultad de Farmacia” dirigido por José Sánchez, que desarrollan estudios de alergología.

Precisamente, la Red Española de Alergología y páginas como www.polenes.org permite conocer el recuento de las ciudades de toda España donde hay captador, que son “todas menos cinco o seis”, nos cuenta Ignacio Dávila. En el caso de la provincia de Salamanca, además de la capital hay en Béjar, cuyo captador está integrado en una red de Castilla y Leon.

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