El pasado martes se iniciaron en el Congreso las votaciones una reforma fiscal que, en caso de aprobarse, se incluirán en ella una subida de impuestos para las rentas más altas y las eléctricas. Pero más allá de ello, esta reforma fiscal cuenta con una subida del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que afectará a los trabajadores asalariados.
Se tendrán que pagar cerca de 100 euros más en base a dicho concepto del IRPF. El motivo sería que este impuesto no está ajustado al Índice de Precios de Consumo (IPC), como sí lo están otros. Por eso, a medida que sube el IPC, el impuesto también lo hace en un momento en que la inflación está disparada. Según publicó este pasado martes el INE la inflación del mes de enero se sitúa en el 6,1%.
En la política gubernamental de 2022 se contempla una subida del IRPF a los tramos más altos de las rentas con subidas de hasta el 47 por ciento. Actualmente, este desajuste con el IPC hace que el impuesto vaya a resentir el bolsillo de los asalariados. Según informa El Mundo, cada subida de un punto en el IPC, se traduce en una recaudación de 800 millones de euros más en el IRPF.