Un estudiante del instituto Vaguada de la Palma, becado entre 10.000 por la Fundación Amancio Ortega

El premio es estudiar el próximo año en Estados Unidos donde, admite Alberto Sánchez, tratará de mejorar su inglés y aprovechar una gran experiencia. Una oportunidad que también han conseguido obtener otros siete estudiantes en Salamanca

 4. Alumno Vaguada
4. Alumno Vaguada

Alberto Sánchez es un estudiante de Cuarto de la E.S.O. del instituto Vaguada de la Palma y exalumno de las Esclavas al que el mes de enero de 2018 ya le será difícil de olvidar. En los últimos días se han dado a conocer las becas de la Fundación Amancio Ortega y este joven ha sido uno de los elegidos junto con otros siete estudiantes salmantinos de otros colegios e institutos. Bueno, uno de los que se lo ha ganado, ya que se otorgan después de tres pruebas eliminatorias que ha superado con destreza y sapiencia.

La beca otorga la posibilidad de estudiar un año fuera de casa, concretamente en Estados Unidos o Canadá, para mejorar el inglés que, por otro lado, ya ha sido lo que le ha dado esta oportunidad que espera con ganas. En su caso, de hecho, ya conoce que su destino será Estados Unidos, aunque no conoce todavía la ciudad. Solo espera que no sea en un estado donde haga mucho frío o calor, como reconoce.

Lo que sí es cierto es que ser reconocido como uno de los 500 beneficiados de esta beca a la que presentan diez mil alumnos siempre es motivo de regocijo. Se presentó, de hecho, no sabiendo si verdaderamente merecía la pena pero algún mes después seguro que la ha encontrado.

Admite, sin embargo, que le pudo más las ganas de aprender que el miedo a no resultar elegido después de viajar a Francia el año pasado y que le gustara la experiencia de aprender idiomas y otras culturas. Con ese ánimo va, a mejorar su inglés y a empaparse de Estados Unidos. Además, él mismo admite que también le servirá para aprender a ser independiente o a abrir su mente, no menos importante en la actual sociedad.

Y cuidado, que el mérito de ser elegido para esta beca le viene por su esfuerzo y tenacidad. De hecho, las 24 horas muchas veces se le quedan cortas. No en vano, más allá de las clases diarias, también cursa tercero en el Conservatorio Superior con el fagot y acude a atletismo varias veces a la semana.

Lo primero deberá aparcarlo por un año, aunque no le cierra las puertas a alguna banda o grupo que pueda encontrar en su nuevo destino itinerante. A lo segundo, también le encuentra solución con algún club al que pueda acudir. Y es que no conoce lo que es el estrés ya que todo, bien llevado, permite tener siempre unos ratos libres para poder salir con los amigos o, cómo no, seguir mejorando el inglés a través de series o vídeos de Youtube. Cualquier excusa es válida para, como bien dice, abrir la mente a nuevas experiencias. 

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