El estudio de la escena del crimen desde dentro: así trabaja la Policía Científica de Salamanca
Los especialistas acuden a miles de escenarios delictivos al año: homicidios, incendios, robos, accidentes de tráfico o hallazgos de cadáveres no identificados. Cada uno de esos escenarios, por dispares o diferentes que sean los unos de los otros, generan información que, posteriormente, se transforma en inteligencia científica-policial
La escena de un crimen se antoja como un puzle y cada vestigio (desde una huella, la colilla de un cigarro, una mancha de sangre en la pared, una fibra o un pelo) es una pieza crítica y fundamental para esclarecer qué ha ocurrido.
La recogida de indicios es un trabajo meticuloso, que requiere de paciencia, experiencia y conocimiento. No es una labor sencilla. “No somos simples recolectores de vestigios”, subraya el insector jefe de la Policía Científica de Salamanca, Nevado Santano. Su labor es, a fin de cuentas, la combinación de investigación e inteligencia.
No en vano, su labor, tan necesaria como desconocida, comprende los 365 días al año. Esto, traducido, viene a referir que los especialistas de la Policía Científica acuden a miles de escenarios delictivos al año: homicidios, incendios, robos, accidentes de tráfico o hallazgos de cadáveres no identificados.
Cada uno de esos escenarios, por dispares o diferentes que sean los unos de los otros, generan información que, posteriormente, se transforma en inteligencia científica-policial, compartida a nivel nacional y, en muchos casos, internacional.
La escena del crimen: método científico, inteligencia y precisión
La escena del crimen, para el ojo no experto, es un cúmulo de información que poco puede decir más allá de lo evidente. Sin embargo, todas, o casi todas las respuestas, están ahí.
La forma de proceder es metódica, sin margen alguno de variación o cambio. Cuando un equipo llega a una escena, el trabajo no empieza directamente con la recogida de vestigios.
“Primero valoramos la seguridad de la escena, de los vestigios y de los funcionarios. Nadie toca nada hasta que se garantiza que todo está protegido”, explica el inspector jefe.
Antes de actuar hay que analizar lo que se observa como un analista de inteligencia y hay que trazar objetivos: qué se busca, que es primario, qué es secundario etc.
Antes de intervenir, es crucial dejar constancia de cómo se encuentra la escena intacta. Para ello, se realiza un reportaje fotográfico y de vídeo que fija el estado original del lugar. Después, otra fijación tras la intervención.Tiene que quedar un inicio, un nudo y un desenlace de la escena, porque todo debe, posteriormente, poder reproducirse en un juicio.
Curiosamente, a menudo se realizan escenas 3D o tours virtuales para que jueces y tribunales puedan recorrer digitalmente el escenario tal y como lo encontraron y vieron los agentes.
A continuación, se procede a la recogida de vestigios dando prioridad a aquellos que sean de carácter biológico. En el caso de los homicidios, tras el levantamiento del cadáver, "siempre priorizamos los vestigios biológicos, especialmente los relacionados con ADN. Luego los físicos, químicos, psicológicos, huellas, armas…”, exlplica el inspector jefe.
Una de las claves en este tipo de delitos es embolsar las manos del cadáver antes del levantamiento. ¿Con qué motivo? Preservar los posibles restos del autor que hayan podido quedar, por ejemplo, bajo las uñas de la víctima (restos epiteliales, pelo...)
Por último, un eslabón crucial: la cadena de custodia. Todo (vestigios, documentos, remisiones a laboratorio) debe quedar registrado. “Un fallo en la cadena de custodia puede invalidar toda la prueba pericial", asegura el agente. La cadena de custodia es sagrada.
BINCIPOL: la “mega aplicación” que cambió la Policía Científica
Toda esa inteligencia se vuelca en BINCIPOL, la herramienta tecnológica exclusiva de la Policía Nacional.
"Significa Base de Datos de Inteligencia Científica Policial. En ella está todo: los flujos de trabajo estandarizados, los métodos, los procedimientos, los informes… y toda la información recogida por todas las brigadas de España", relata el inspector jefe.
La aplicación obliga a documentar cada paso. Es, de hecho, esa trazabilidad la que permite que cualquier informe sea reproducible por otro perito, en cualquier parte del país, o incluso en un juicio.
“Yo puedo ver lo que están haciendo los compañeros de Barcelona, de Valencia o de Sevilla. Podemos aprender unos de otros. Y cada vez que surge un nuevo método —como un revelado químico reciente en Madrid que permite obtener huellas focoespectroscópicas en tejidos donde antes era imposible— se incorpora y se actualiza para todos”, señala.
Identificación: de una huella a todo un historial internacional
Una de las claves en la investigación del delito son las huellas, especialmente las dactilares de los dedos de la mano (aunque existen también las huellas de las palmas de las manos, llamadas quirogramas, o las huellas dactilares de los pies, conocidas como pelmatogramas).
La Policía Científica trabaja con sistemas como ABIS, bases de datos europeas e Interpol. “Lanzamos huellas o perfiles de ADN contra bases internacionales. A diario recibimos positivos de personas buscadas en otros países o con antecedentes que aquí desconocíamos".
Un ejemplo práctico de ello es, por ejemplo, un robo. Pongamos que, este, se produce en Salamanca y se encuentra una huella sin identificar.
Tras un estudio lofoscópico, sin resultados en España, se consulta internacionalmente. Y , casualmente, aparece un positivo en Alemania: la misma persona tiene una orden de arresto por homicidio.
Cadáveres sin identificar: necroreseñas, bases internacionales y la campaña “Identify Me”
Una de las campañas activas que mantiene a día de hoy la INTERPOL, es la conocida como "Identify Me".
Se trata de un llamamiento público para la colaboración ciudadana con el objetivo de identificar a mujeres cuyos cadáveres se hallaron en seis países europeos. En muchos de estos casos, aún sin resolver, se cree que las víctimas fueron asesinadas.
Son mujeres que murieron hace 10, 20, 30 o incluso 40 años y cuyos restos mortales se hallaron en España, Bélgica, Francia, Alemania, Italia y Países Bajos.
A pesar de las exhaustivas investigaciones policiales, las víctimas, probablemente originarias de otros países, no han podido ser identificadas.
Ahora bien, ¿qué ocurre cuando aparece un cadáver desconocido? “Nuestra principal misión es identificarlo. Hacemos necro-reseña, análisis, volcamos los datos en bases nacionales y en plataformas internacionales. A veces la identidad no salta aquí, pero sí en otro país", indica el inspector jefe Nevado.
La objetividad: la regla que nunca se puede romper
Pese a la experiencia y al “olfato” que cualquier investigador desarrolla, “un perito no puede moverse ni un milímetro fuera del método científico. La escena sugiere ideas, pero sólo valen los vestigios objetivos”. Cada informe debe ser claro, comprensible y reproducible para jueces, abogados, forenses y otros peritos.
“Puedes discutir un testimonio. Pero no puedes refutar un vestigio recogido siguiendo ISO, certificado por ENAC y replicable por cualquier laboratorio acreditado”.
Los peritos de Policía Científica están en toda la cadena de investigación, desde la entrada al escenario hasta la asistencia a autopsias, la remisión de pruebas, la participación en grandes catástrofes y la elaboración de informes judiciales.
“Somos analistas de inteligencia. Somos investigadores. Y somos científicos".
Están para reconstruir la verdad, sea cual sea.
También te puede interesar