Expertos internacionales coinciden en reivindicar la longevidad como nueva categoría económica en Salamanca
El Congreso, organizado por el CENIE y la Fundación General de la Universidad de Salamanca, abordó los retos y oportunidades derivadas del aumento de la esperanza de vida
Los expertos internacionales, reunidos durante dos días en el Congreso Internacional sobre Economía de la Longevidad celebrado en Salamanca, coincidieron en revindicar la vertiente económica de la longevidad, por su impacto en las generaciones presentas y futuras. La transformación del ciclo laboral, el reto demográfico y territorial y las nuevas sociedades focalizaron un debate, vivo e intenso, entre académicos e investigadores de España y Portugal.
La investigadora del CENIE Irene Lebrusán destacó que “vamos a tener una mayor convivencia intergeneracional con unas relaciones más largas”. Por su parte, Ana João Sepúlveda, de 40+Lab, explicó que “no es posible cambiar la demografía, por lo que se debe empezar por la economía”, y alertó de la necesidad de “tener una visión doble: de envejecimiento y de longevidad”.
En opinión de Paz Martín, de la Fundación Arquitectura y Sociedad, “no podemos pensar sólo en viviendas para jóvenes, ya que los espacios son determinantes para la calidad de vida”. En esta misma línea, María Laffaire, investigadora de KSNET, puso de manifiesto que “la sostenibilidad tiene que ver con la efectividad de las soluciones que se plantean”.
Durante la conversación sobre los Retos Laborales de la Nueva Longevidad, Concepción Galdón, profesora de IE Business School, puso en valor la productividad de las personas mayores: “la longevidad genera un tipo de empleo que no es fácil de automatizar; un empleo de calidad, intensivo en empatía y creatividad”. Paralelamente, Martín Hermoso Fernández, abogado de UGT, advirtió sobre la diferencia en la esperanza de vida en función de la renta per cápita. Además, señaló que “el mercado laboral se caracteriza por una alta discriminación de las personas mayores” y demandó que “la prolongación de la vida laboral debe seguir siendo voluntaria”.
Finalmente, el profesor de la Universidad de Salamanca, Pablo Antonio Muñoz Gallego, puso en valor la importancia del “trabajo de las personas mayores” y expresó que “la esperanza de vida pasa por que las personas trabajen algunos años más de manera incentivada, sin desperdiciar el capital que tienen”.
Situación de Portugal
En su intervención vía online, Isabel Ferreira, Secretaria de Estado del Desarrollo Regional de Portugal, puso en valor la celebración del Congreso, que “demuestra el potencial y la urgencia de esta temática, para todos, como sociedad”. Asimismo, recordó que “España y Portugal forman parte de los países que cuentan con una población más longeva, por lo que es imprescindible dar los pasos necesarios para construir una verdadera economía de la longevidad, con una estrategia, un nuevo abordaje y una nueva categoría económica con todas las oportunidades que ofrece”.
El director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC, Diego Ramiro Fariñas, y la jefa adjunta de la dirección general de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, María Gafo, reflexionaron sobre la vertiente demográfica. En palabras de Fariñas “la esperanza de vida en Europa se ha duplicado en 120 años debido al descenso en la mortalidad infecciosa infantil”. También se refirió a las predicciones en este campo: “no existe un límite intrínseco a la esperanza de vida humana al trazarse una línea recta de crecimiento”. Gafo afirmó que “la despoblación no es un fenómeno nuevo en España, a diferencia de otras zonas de la Unión Europea” y alertó sobre la necesidad de “crear oportunidades económicas para que la gente se pueda quedar”. Para ello, propuso como solución “poner en marcha políticas para prevenir y apoyar a la gente que vive en esas zonas mediante infraestructuras para que los niños se puedan quedar”.
Daniela Bas, Directora de la División para el Desarrollo Social Inclusivo del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, que participó vía online, recordó que la economía de longevidad fue tratada por primera vez por las Naciones Unidas en 1948, y que “el número de personas mayores de 65 años está previsto que se duplique en las próximas décadas”. En su opinión, “habrá un cambio en los hábitos de consumo y también se producirán modificaciones en el trabajo debido a una mayor productividad”. “Las personas mayores son elementos clave en la agenda y juegan papeles cruciales en las familias, comunidades y sistemas políticos”, sentenció Bas.
Óscar González Benito, Director de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, clausuró el Congreso Internacional sobre Economía de la Longevidad y puso en valor estas dos jornadas en las que se han “analizado los factores para que la longevidad sea compatible con el bienestar económico”.
El encuentro forma parte del proyecto Programa para una sociedad longeva aprobado en el marco del Programa INTERREG V-A, España-Portugal, POCTEP, 2014-2020, del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento y la Diputación de Salamanca.
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